El 3 de marzo de 2001 se llevó a cabo uno de los acontecimientos más mediáticos y controvertidos de la historia de México: el concierto Unidos por la Paz, organizado por las cadenas televisoras más importantes del país, Televisa y Tv Azteca. Al mismo tiempo, unió a dos de las bandas más representativas del Rock Mexicano.
A inicios de 2001, las televisoras tuvieron la idea de unirse para realizar un espectáculo musical que tuviera como finalidad el apoyo a a las comunidades indígenas de todo el país, en especial las que radican en Chiapas. El evento fue recibido entre el público, al grado de comparar el espectáculo con Live Aid.
Desde un principio se determinó que el escenario del evento sería el Estadio Azteca. Ante esto, la organización fue avanzando y se barajearon los posibles artistas así como la fechas de realización. Se consideraba que el espectáculo podría durar un fin de semana completo. Al final, se decantaron por las dos bandas de rock mexicano más mediáticas de ese momento.
Unen esfuerzo por indígenas
Maná y Jaguares fueron los elegidos. En primer opción porque desde el inicio de sus carreras tuvieron un compromiso social con las comunidades indígenas. Además, su poder de convocatoria garantizaría un lleno en el Coloso de Santa Úrsula, aunque las negociaciones con las bandas fueron complicadas, al final se logró llegar a un acuerdo.
El 14 de febrero de 2001 se llevó a cabo la conferencia de prensa en donde los presidentes de ambas televisoras estuvieron presentas, Emilio Azcárraga por Televisa, y Ricardo Salinas de Tv Azteca. Ambos declararon que el evento fue una decisión personal con la intención de apoyar de manera económica a las comunidades indígenas. Al mismo tiempo, se declaró que estaban en negociaciones con el guitarrista Carlos Santana para estar en el evento.
Al día siguiente, los miembros de Jaguares y Maná ofrecieron una rueda de prensa desde el Museo Nacional de Antropología e Historia. Saúl Hernández, líder de Jaguares, afirmó que se aceptó la invitación ya que el Gobierno no se vería involucrado en la organización. Por su parte el vocalista de Maná, Fher Olvera, enfatizó que la propuesta era clara y se necesitaba rescatar 500 años de olvido a las comunidades.
El concierto se llevó a cabo el 3 de marzo de 2001 en el Estadio Azteca. Fue un hecho sin precedentes ya que se transmitió en vivo a más de 20 países. Además, las televisoras dispusieron de sus canales de transmisión para mostrar el evento que duró alrededor de cinco horas. Previo al arranque del concierto, un chamán se apoderó del escenario para purificar el ambiente.
El concierto
Los primeros en aparecer fueron Jaguares con Saúl Hernández, Alfonso André, César López, Chucho Merchán y Luis Conte. En su primera intervención interpretaron temas de conciencia social como 'Antes de que nos olviden' y 'Nubes'. Pero también hubo espacios para clásicos como 'Fin', 'Detrás de los Cerros' y 'Viento'.
Después fue el turno de Maná. Fher Olvera, Alex González, Juan Calleros, Sergio Vallín, Juan Carlos Toribio y Karl Perazzo, iniciaron con el éxito 'Oye mi amor', que hizo retumbar el estadio. Siguieron con temas de corte social como 'Falta amor', 'Cuando los ángeles lloran' y 'Selva Negra'.
La segunda parte de Jaguares tuvo un set sublime con la interpretación de 'Miércoles de ceniza', 'Voy a volar', No dejes que', La célula que explota' y 'Afuera', en esta última apareció un grupo de danzantes sobre el escenario. Mientras que Maná cerró su participación con sus canciones insignias como 'Rayando el sol', 'Clavado en un bar', 'Vivir sin aire' y 'Déjame entrar'.
Al final, ambos grupos interpretaron 'La negra Tomasa' y una versión especial de 'Give peace a chance', de la autoría de John Lennon, renombrada para la ocasión como 'Pedimos la paz'. Los integrantes de Jaguares y Maná terminaron abrazados al final del concierto ante la algarabía del público.
El evento recaudó más de cinco millones de pesos que se entregaron a las comunidades indígenas. Aunque se anunció que el concierto sería grabado para lanzarse de manera posterior, esto nunca sucedió. Al mismo tiempo, Carlos Santana desairó la invitación alegando cansancio. Posteriormente, Maná y Jaguares no volvieron a emprender un proyecto juntos, pero se mantienen como dos agrupaciones más influyentes del rock hecho en México.
Por RODRIGO CASTILLO.