ARQUITECTURA

México es arquitectura multitemporal y cosmopolita

El país es un referente para la disciplina moderna y contemporánea; una exposición, que abre hoy, ofrece una muestra de ello

CULTURA

·
LUIS BARRAGÁN. Torres de Satélite, Ciudad de México, 1957- 1958. Foto: cortesía Secretaría de Cultura, INBALCréditos: Foto: cortesía Secretaría de Cultura, INBAL

México es un país con una gran riqueza arquitectónica. Cada etapa de nuestra historia ha sido labrada en trazos, edificaciones, paisajes y espacios que expresan las memorias y las aspiraciones de su tiempo. Somos el país de la multitemporalidad arquitectónica en ciudades y pueblos. La diversidad, la originalidad, el cosmopolitismo y la innovación son parte de sus valores.

Dan cuenta de ello los testimonios de las antiguas culturas, basados en sistemas constructivos, cosmovisiones, usos rituales y ceremoniales; las grandes obras creadas durante tres siglos de colonización, expresadas en iglesias, templos, palacios, museos y teatros; las obras del neocolonial o el neoclásico que buscaron un sentido propio; o bien el diseño de la urbanización y búsqueda de modernización porfirista que produjo grandes monumentos y obras arquitectónicas, íconos de inspiración europeizante, muchas veces influidos por la mano artesana que incorpora la botánica, la iconografía zoomorfa o geométrica vernáculas que los hacen únicos.

La sabiduría, cosmovisiones y prácticas tradicionales siguen vigentes en la arquitectura de los pueblos rurales e indígenas del país, en armonía con sus recursos bioculturales.

LUIS BARRAGÁN. Los Clubes, Ciudad de México, 1961-72. Foto: cortesía Secretaría de Cultura, INBAL.

Nuestro siglo XX abre la puerta a una revolución en el arte y en la arquitectura, nutrida por procesos creativos de destacados arquitectos mexicanos en diálogos con sus pares en distintas partes del mundo. Estilos arquitectónicos como el art déco o el art nouveau, la arquitectura funcionalista, grandes conjuntos basados en el concepto de integración plástica en los que se combinan diseño, espacio, escultura y arte, entre otras expresiones arquitectónicas en viviendas, fábricas o conjuntos urbanos, se ha amplificado en la segunda mitad del siglo pasado, por la explosión de la creatividad de grandes profesionales de la arquitectura mexicana, cuyo aporte a nuestra contemporaneidad y a la innovación es fundamental, como parte del patrimonio artístico de México, cuya investigación, protección, preservación y difusión son parte de las tareas del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.

México es un referente de la arquitectura moderna y contemporánea. La exposición X Bienal Iberoamericana CIDI de Interiorismo, Diseño y Paisajismo 2019–2020, en el Museo Nacional de Arquitectura del Palacio de Bellas Artes, abre al público este16 de marzo y ofrece una muestra de ello. Grandes obras arquitectónicas de ganadores de los premios Pritzker, entre ellos Tadao Ando, Norman Foster, Toyo Ito y Richard Rogers, enriquecen nuestra diversidad, a partir de su colaboración con destacados despachos y firmas mexicanas.

Luis Barragán, Premio Pritzker 1980, nacido en Guadalajara, en 1902, ha enriquecido la arquitectura nacional e internacional. Es creador de todo un concepto que sintetiza el surgimiento de un México moderno que permite encontrar en la limpieza del diseño una articulación de elementos en la síntesis muy personal de quien ha abrevado de la tradición artística y la filosofía de muchas culturas, de la familiaridad con las vanguardias europeas, de sus travesías por Andalucía y África.

Barragán es un creador que se forja a sí mismo desde una visión integral. Apuesta a un proceso de urbanización humanista que marca, en su momento, dos polos de la Ciudad de México: Jardines del Pedregal, en el sur; las Torres de Satélite, desplegadas con Mathias Goeritz, o el barrio de las Arboledas (1955-1961), en el norte.

LUIS BARRAGÁN. Casa Barragán, calle Francisco Ramírez 14, Ciudad de México, 1947-1948. Foto: cortesía Secretaría de Cultura, INBAL.

La Casa Luis Barragán (1948), es el único inmueble individual reconocido por la UNESCO, en 2004, como parte del Patrimonio Mundial.

Su exposición en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en 1976, es el punto de fuga que proyecta la obra de este destacado ingeniero y arquitecto, Premio Nacional de Ciencias y Artes, Premio Nacional de Arquitectura, cuya obra fue expuesta también en el Museo Rufino Tamayo, en el Museo del Palacio de Bellas Artes y en diversos museos en Europa.

Desde el humanismo, la interdisciplina, la belleza, la luz, el color, las formas geométricas, la plasticidad, la organicidad con la naturaleza y la síntesis en el diseño, Barragán, inspirado en la obra de Diego Rivera y Frida Kahlo, en diálogo con Goeritz o Chucho Reyes, influye en el mundo.

La arquitectura mexicana responde y contribuye a la historia y a la actualidad económica, social y cultural que convocan a miles de visitantes nacionales e internacionales.

Por Lucina Jiménez

avh