ÁLVARO SIZA

Álvaro Siza y su huella en México

Su obra se conoce como una asimilación de los lenguajes modernos en profunda conexión con el lugar

CULTURA

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ALVARO SIZA. Pabellón de Barro, Casa Wabi, Oaxaca, 2017. João Morgado. Cortesía: Fundación Casa Wabi.Créditos: Foto: Cortesía: Fundación Casa Wabi.

La primera y única obra proyectada en México por el arquitecto portugués Álvaro Siza –premio Pritzker en 1992– se trata del impresionante Pabellón de Barro de Casa Wabi, en Puerto Escondido, Oaxaca.

Siza, quien en 2002 y 2012 obtuvo también el León de Oro en la Bienal de Arquitectura de Venecia y en 2019 el Premio Nacional de Arquitectura de España, es reconocido por su manera de ver la arquitectura, ya que él imagina y conceptualiza sus edificios como si fueran poesía musical.

Su obra se conoce como una asimilación de los lenguajes modernos en profunda conexión con el lugar, y se ha caracterizado por la utilización de geometrías limpias, por exploraciones estructurales y por el manejo de la luz. Posiblemente las Piscinas de Leca de Palmeira, construidas en la década de 1960, es su obra más conocida; sin embargo, cabe mencionar también la Quinta da Malagueira, la Casa de Té Boa Nova y la Iglesia de Santa María, donde queda representado su lema "Arquitectura es geometrizar".

PABELLÓN DE BARRO. Casa Wabi, Oaxaca, 2017. João Morgado. Cortesía: Fundación Casa Wabi.

Pero si algo destaca de su arquitectura, es la manera tan sorprendente en cómo vincula su obra al espacio, ya que posee una magia especial para comprender el entorno, y esto hace que sus construcciones se inserten de forma natural en el lugar para el que han sido pensadas, consiguiendo resultados cargados de sensaciones, como las que sin duda transmite el Pabellón de Barro de la costa oaxaqueña.

Dicha obra, diseminada en medio de la naturaleza, es muy peculiar, pues no sólo es hermosa visual y arquitectónicamente; también el uso que tiene es muy significativo, pues su principal intención es promover el desarrollo comunitario albergando un taller de barro dirigido a niños y jóvenes de las comunidades cercanas en las que se enseñan técnicas locales para trabajar con este material.

El Pabellón de Barro consta de tres partes con un patio delimitado por un muro curvo de ladrillo que alberga el horno de barro. El proyecto se centra en una palapa principal, donde se enseña el modelado del material y se exponen las piezas resultantes de los talleres.

ALVARO SIZA. Pabellón de Barro, Casa Wabi, Oaxaca, 2017. Cortesía: Fundación Casa Wabi.

Considerar el contexto en el que se inserta un proyecto es una parte esencial del ejercicio de la arquitectura, ya sea incorporando o negando los elementos preexistentes o teniendo en cuenta las condicionantes propias del entorno en las propuestas. En este sentido, lo primero que llama la atención del Pabellón de Barro es el material con el que está construido, ya que se trata de ladrillos rojos recocidos que recuerda a las construcciones típicas de esta región del suroeste. La elección de dicho material no fue casual, pues además que estos ladrillos tienen medidas para poder cumplir con su labor estructural, la arcilla posee un carácter totémico en cuanto a la historia y significados que durante siglos ha tenido.

Con esta obra, Siza nos recuerda  no olvidarnos nunca de la naturaleza y no apartarla de nosotros para seguir una tendencia, pues ésta siempre continuará viva y cambiante.

Por Jorge Mustri

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