CÚPULA

Nada

Un periodista va a cubrir una noticia al pueblito de Xalatlaco, cerca de Córdoba, en Veracruz y descubre que algunas cosas no tienen explicación y tal vez nunca la tendrán

CULTURA

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NADA. Foto: Pixabay

Nosotros no vimos nada ni supimos nada hasta el día siguiente. Dicen que fue una veladora, nosotros creemos que fue otro asunto, porque andábamos perdiendo la fe y de pasada el rumbo. Fue un 14 de diciembre, cada que lo contamos se nos pone la piel de gallina, pero el caso es que la noche se tragó la luna y todo estaba bien oscuro, ni siquiera se escuchaban las voces de los borrachos, esos que se enamoran de la botella hasta perderse en ella, por eso, pos ni nos enteramos.

¿Quién iba pensar que Diosito y la Virgen se iban a acordar de un pueblito lejano y perdido de Veracruz? Lo único que sabemos es que desde entonces las mil y tantas almas que vivimos acá, queremos enderezar el camino, apagar la violencia, hacer cenizas el odio, volvernos paz. Esa noche nos dormimos sin rezar, porque como el frío se colaba por la ventana, lo que de verdad queríamos era meternos en la cama y no nos acordamos ni de hablar con Dios, pero te decíamos que la dichosa veladora prendió la noche, llenó cada rinconcito, se adueñó de todo, todito lo que había allí. Las banquitas, las cortinas, las paredes y el piso se volvieron polvo, porque polvo somos y polvo seremos, solamente que a veces se nos olvida. Pues allá estábamos a la mañana siguiente, tristeando porque no pudimos apagar el fuego que acabó con nuestra capillita. Todo era un cenicero grandotote, de veras, no exagero. ¡Ah, pero cómo nos sorprendimos cuando descubrimos que, a la Virgencita de Guadalupe, a mi morenita, no le pasó nada, y cuando decimos nada es NADA! La virgencita estaba intacta, ni una llama la tocó, ni con la mirada.

    Estuvimos investigando y nos enteramos que la Virgencita de Guadalupe siempre sale intacta de los incendios, aquí, en China y en Notre Dame. ¿Apoco no te enteraste que la Virgen de Guadalupe sobrevivió sin un rasguño de fuego en el incendio ese horrible de Notre Dame? Pues pa’ nosotros es un milagro y por eso vamos a la Basílica el mismo día cada año, el 14, y ya no se nos olvida rezar en las noches, porque mire, usted, podemos vivir como si nada es un milagro o como si todo es un milagro. ¿Cuál crees que nos gusta más? Pues la segunda. Escríbalo, así como se lo estoy contando, ahí en tu diario o periódico, ponle así: “A nosotros nos gusta más vivir como si todo fuera un milagro, así somos los veracruzanos”.

    El periodista que cubrió la noticia en el poblado de Xalatlaco comprobó la información que le dio aquel hombre oriundo del municipio de Coscomatepec, Veracruz, en efecto, la Virgen de Guadalupe siempre sobrevive intacta a los incendios. Desde ese día, aquel reportero visita también cada 14
de diciembre la Basílica de Guadalupe.

Por Mariola Fernández

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