Cúpula

PEDRE, una nueva forma de concebir El Pedregal

El desarrollo inmobiliario, ubicado al sur de la ciudad, integra funcionalidad, estética y confort

PEDRE, una nueva forma de concebir El Pedregal
OBRA. El arquitecto Miguel de la Torre posa frente al proyecto inmobiliario. Foto: Leslie Pérez. Foto: Foto: Leslie Pérez

PEDRE Redefine El Pedregal

Antes que preocuparse por su estética, un edificio debe pensarse “en lo que va a sentir la gente, en cómo lo va a vivir”, dice Miguel de la Torre. Junto con Javier Sánchez, el arquitecto concibió Pedre, un nuevo desarrollo inmobiliario que está casi listo, al 90 por ciento, y que busca transformar la vida de una de las zonas más emblemáticas del sur de la ciudad: El Pedregal. Ubicado a sólo 350 metros del Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, Pedre cuenta con una vista privilegiada de 360 grados hacia cualquier punto de la urbe, está constituido de 12 niveles en los que se distribuyen 112 departamentos y amenidades como lounge, alberca, gimnasio y skygarden. Pero no es que la estética sea intrascendente para el proyecto, sino que sus creadores integraron el aspecto de la obra con su funcionalidad placentera.

“Hoy tenemos en El Pedregal una colección de muros altos y portones, con guaruras afuera de cada casa”, opina De la Torre. Para concebir Pedre, por el contrario, los proyectistas han ido a los orígenes de la zona: “Antes era un poco como nuestro acceso, una pequeña barda, una reja transparente, había una reglamentación con respecto al landscape y nosotros lo retomamos”. Si bien afirma que el desarrollo no ha tomado inspiración de CU —aunque tiene elementos que le recuerdan como grandes columnas redondas y losas delgadas que sobresalen— uno de los principales atributos del proyecto es su integración y respeto por el entorno: “Tenemos un edificio muy vistoso de cerca, pero de lejos puede llegar a pasar desapercibido; no tiene un protagonismo bestial, es un edificio que está emplazado en un lugar y responde a las condiciones de ese lugar y lo respeta”.

Para lograrlo, la dupla concibió un diseño orgánico en el que no existe una fachada principal, sino que su apariencia es la de tres cuerpos ondulantes que jamás se separan y que se unifican con una amplia terraza perimetral y ventanales. Adicionalmente, eligieron el concreto como material principal, sin recubrimientos, limpio: “Esta es la parte de honestidad de los materiales, si el edificio es de concreto queremos que se vea de concreto”. Al conjunto se suma el rescate del entorno, con un área arbolada, una calle y una rotonda nuevas, y donde todo busca ser alcanzado con el verde de la vegetación.

Pero lo más importante de Pedre son los espacios destinados a vivir: al ingresar, una enorme escalera monumental abarca la mirada: “El edificio por dentro tiene una perforación de 12 metros de diámetro, un círculo que vestibula todo el edificio. No quisimos hacer un edificio en el cual sales del elevador y tienes un pasillo hotelero, sino que sales del elevador y tienes pasillos amplios y un gran vacío central, una escalera que la gente si va usar”. Vistas largas y recorridos interiores que invitan a ser transitados, terrazas habitables con vistas inmejorables y una distribución que exige quedarse en casa, caracterizan a Pedre. Justamente “esos lugares son lo más importante”.

Por Luis Carlos Sánchez

PAL

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