El esoterismo estuvo siempre presente en cada una de las facetas de la vida artística de Salvador Dalí, tan es así que plasmo muchas de sus ideas surreales en un juego de cartas del tarot.
Los sueños y el tiempo eran su gran obsesión que los supo conjugar con el ocultismo del cual era ferviente seguidor, la baraja está compuesta por 78 ilustraciones originales de Dalí.
Trece años después, el tarot fue publicado, las cartas lucían más alargadas de lo normal y las variaciones esconden cierto misterio difícil de "descifrar", sin embargo se puede entender en algunas, claramente los mensajes que quería transmitir.
La Luna
La serie de edificios en las que representan una ciudad cosmopolita como Nueva York, hay quienes afirman que es una sátira al materialismo lunático de aquella época con respecto al consumo.
El juicio
Las líneas oscuras que rodean la cabeza del ángel representan la firma del mítico artista que a su vez asemejan el rostro de un hombre y una mujer. Esconden la sexualidad divina dentro de la religiosidad.
El ahorcado
Una clara burla a Shakespeare. Un hombre bastante parecido al autor inglés se encuentra en total reposo mientras cuelga del tobillo. En realidad no hay ahorcado aunque así lo sugiera el titulo.