Hay un momento difícil para los dueños de perros y es que cuando éste ya se acerca a su final. Se trata de una decisión difícil que debe tomarse con cuidado. Vale destacar que llevar a cabo la acción de poner fin a la vida de un integrante más de la familia, conlleva un profundo dolor emocional y una sensación de pérdida.
La decisión de poner fin a la vida de un perro anciano implica una gran decisión que afecta a las personas emocionalmente. Sin embargo, existe una manera que tu mascota no sufra más y es a través de la eutanasia. Te revelamos cómo se realiza y en qué casos se procede.
¿Qué es la eutanasia?
La eutanasia es un procedimiento veterinario que consiste en provocar la muerte de un perro de forma indolora y humana. Vale indicar que se lleva a cabo en dos etapas, primero se administra un anestésico general para que el can se duerma. Una vez que el animal está dormido, se le inyecta un fármaco que provoca la muerte rápidamente. Es un procedimiento seguro y eficaz.
Los casos en que se practica en la eutanasia en cuando tu perro sufre una enfermedad terminal e incurable. También cuando observas que su calidad de vida se ha deteriorado. Está aceptada cuando el animal experimenta dolor y sufrimiento constante. Cuando ya no puede realizar actividades básicas como comer, beber, caminar e ir al baño.
Los requisitos para “dormir” a un perro pueden variar entre países; incluso cada región puede legislar de manera diferente el trato hacia los animales de compañía. En México, lo más básico es solicitar una consulta con un veterinario, el cual va a evaluar la situación, y en caso de recomendar la medida, podría aplicarse ahí mismo. Si el especialista no cuenta con el equipo y las instalaciones adecuadas, podría emitir un dictamen para que se aplique la eutanasia en un centro animal. En instituciones públicas deberás de ir en compañía de tu mascota con una identificación oficial, una evaluación veterinaria y la cartilla de salud de tu can.