Muchas personas al llegar a los 50 sienten que perder peso puede resultar una misión imposible. Es importante señalar que a esta edad, el cuerpo humano cambia. Se disminuye la masa muscular y, como resultado, el metabolismo se hace más lento, es decir, quemamos menos calorías en reposo.
El metabolismo es el proceso por el que nuestro cuerpo produce y quema energía a partir de los nutrientes de los alimentos que comemos. Esa energía, gestionada según nuestras necesidades y condiciones físicas, es la que utiliza nuestro organismo para moverse y cumplir las funciones silenciosas cuando estamos en reposo. Es fundamental para respirar, hacer la digestión, regular la temperatura corporal, hacer que la sangre circule e, incluso, nos ayuda a pensar y hablar. Asimismo, es un factor clave para estar en forma y, por ende, influye en el control del peso.
Metabolismo lento
Muchas veces se culpa al metabolismo de ser el causante de nuestro peso, ya que se ralentiza. Sin embargo, te contamos cómo puedes acelerarlo con estos secretos que te revelamos. Es muy importante realizar ejercicio físico regular, al menos 150 minutos de ejercicio a la semana, combinando actividades cardiovasculares, como caminar o correr, con ejercicios de fuerza que ayuden a quemar calorías de forma más rápida. Otra consejo es la alimentación saludable, lo que no significa una dieta estricta, sino alimentos rica en alimentos proteicos ayudará a utilizar la energía acumulada para su digestión.
También es muy importante la hidratación, por lo que se recomienda beber dos litros de agua al día y comenzar la mañana con un vaso de agua en ayunas. Otro secreto es un desayuno equilibrado que incluya lácteos, cereales integrales y frutas enteras con piel. Estos alimentos proporcionan los nutrientes necesarios para mantenerte energizado y ayudan a mantener el metabolismo en funcionamiento.
El sueño es un factor clave en el control del peso y el metabolismo; y la falta de descanso, genera más cortisol. Ésta es la hormona que descontrola la sensación de hambre y saciedad, provocando que se coma más de la cuenta. Por el contrario, si se duerme más se queman más calorías ya que el metabolismo tiene que regular la temperatura corporal que baja mientras dormimos y eso conlleva más gasto energético.