¿Cuántas artistas han permanecido ocultas? ¿quiénes fueron las pioneras sin darnos cuenta? Estas preguntas surgen al conocer la historia de Vivian Maier. A lo largo de la historia, muchas mujeres han hecho contribuciones significativas al arte sin recibir el reconocimiento que merecen. Hace poco se estrenó la exposición Rev(b)elada en el Museo Franz Mayer, Ciudad de México.
Exhibición que rinde homenaje a las obras “ocultas” de la fotógrafa. A través de pasillos naranjas y espejos especialmente curados para entender la visión de la artista, se nos dejaron ver algunas de las obras visuales más importantes de su trayectoria.
Estos espacios guiaban a los visitantes a través de una narrativa visual cuidadosamente construida, donde cada fotografía contaba una historia, capturando la esencia de un momento en el tiempo. Las fotografías de Maier fueron especialmente importantes para el street-photography. Donde utilizaba principalmente una cámara Rolleiflex, conocida por su alta calidad y por permitir al fotógrafo mantener contacto visual con los sujetos mientras tomaba las fotos.Maier fue niñera por más de 40 años, pero en su tiempo libre se dedicaba a tomar fotografías como hobby. Sus autorretratos frente al espejo han sido de los más aplaudidos, debido a la manera en la que retrata la cotidianidad de sus paseos por Chicago y Nueva York (ciudades a las que principalmente viajaba).
Reconocimiento póstumo
En el año 2007, el historiador John Maloof compró una caja de negativos en una subasta. Al llevarlos a revelar, se dio cuenta del tesoro que había encontrado. Un sinfín de maravillosas imágenes que se distinguían por sus colores, formas y la particularidad de sus encuadres. En ellas, también destacaban sus protagonistas: niños, ancianos o personas de la clase trabajadora. Inclusive, Maloof, le habría pedido ayuda al Museum of Modern Art (MoMA) para digitalizar las gelatinas que había encontrado.No sabía quién era, ni mucho menos, por qué había tomado aquellas fotografías. Al ser publicadas, una de las familias para que las que Maier había trabajado como niñera las reconoció. Quiénes ayudaron también, a proporcionar datos de la autora que un principio había sido anónima.
¿Cuántas artistas no han sido descubiertas?
En el transcurso de los años, su trabajo fue reconocido por el gremio audiovisual como uno de los más importantes del siglo XX. La particularidad de su historia radica en que Maier nunca buscó ser famosa o reconocida. Simplemente, fue un hecho que sucedió externo a su conocimiento. La capacidad de retratar la belleza de la cotidianidad es, en mi opinión, lo más sobresaliente de su trabajo.
Su historia nos lleva a reflexionar sobre cuántas artistas han permanecido ocultas y cuántas de ellas nunca conoceremos. El trabajo de muchas de ellas jamás será reconocido, sus obras quedarán ocultas, perdidas en el tiempo y sin el reconocimiento que merecen. La falta de reconocimiento y visibilidad para tantas mujeres artistas nos recuerda la importancia de reevaluar nuestra comprensión de la historia del arte.
No es casualidad que muchos fotógrafos jóvenes busquen recrear su técnica o al menos tengan una parte de su influencia dentro de sus obras. Maier tenía una habilidad especial para capturar la esencia de sus sujetos y para narrar historias complejas y emotivas a través de sus fotografías. Su legado sigue inspirando y recordándonos el poder del arte para trascender el tiempo y las circunstancias. Una historia de película, si la podamos llamar así.
Por:
Karen Mareli
Lic. Comunicación
Universidad Panamericana
Instagram: @Karenmarely
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