En el vasto universo de los conciertos, hay momentos que permanecen grabados no solo en la memoria de las y los asistentes, sino también en la historia misma de la industria musical. Uno de esos momentos, tan impactante como polémico, fue el día en que Muse, una de las bandas más influyentes del rock contemporáneo, fue obligada a hacer playback durante un programa de televisión y en forma de protesta transformaron su presentación en el show más recordado de la banda.
Desde su formación en 1994, Muse se ha caracterizado por su enfoque visceral y apasionado hacia la música; integrada por Matthew Bellamy, Christopher Wolstenholme y Dominic Howard, la banda ha desafiado constantemente los límites de lo que significa hacer rock en la era moderna. Sus álbumes, que fusionan elementos de rock progresivo, música electrónica y letras introspectivas, han capturado la imaginación de millones.
Y es que en el escenario, Muse es un torbellino de energía ya que las presentaciones en vivo son una experiencia multisensorial: riffs electrizantes de guitarra, espectáculos de luces hipnotizantes y la inconfundible voz de Bellamy que transporta a las y los asistentes a otra dimensión. Por esto, el playback (una técnica utilizada para fingir una interpretación en vivo con música pregrabada) parecía una contradicción directa a la pasión de la banda.
El día en el que Muse fue obligado a hacer playback
Fue así como el incidente tuvo lugar en 2009, en el programa italiano "Quelli che il Calcio", un espacio que mezcla entretenimiento, entrevistas y música en vivo. A primera vista, parecía una oportunidad más para Muse de demostrar su maestría frente a una audiencia europea, sin embargo, las reglas estrictas del programa exigían que todos los artistas que se presentaban hicieran playback durante la transmisión.
Pero es bien sabido que Muse se ha caracterizado por romper las reglas y desafiar a los sistemas establecidos, por lo que la banda británica decidió cumplir con las reglas, pero a su manera. En lugar de aceptar pasivamente las condiciones, los miembros de la banda intercambiaron roles como una forma de protesta silenciosa que las y los fans rápidamente identificaron y quedó grabada en la memoria de la industria musical.
Y es que Matt Bellamy, el carismático guitarrista y vocalista principal, se colocó detrás de la batería; Dom Howard (baterista) tomó el bajo, mientras que Chris Wolstenholme (bajista) asumió el papel del líder y lo dio todo en una interpretación de "Uprising" muy peculiar. Aunque parecía una broma, éste fue un acto de subversión que ridiculizaba la imposición del playback, sin decir una sola palabra al respecto.
Cuando comenzó la presentación, quedó claro que algo no encajaba. Bellamy, supuestamente tocando la batería, hacía movimientos exagerados y poco convincentes; Howard parecía disfrutar su nueva faceta de bajista, mientras que Wolstenholme imitaba el canto de Bellamy con una teatralidad que era casi caricaturesca. Sin embargo, el mensaje era claro: si no nos dejan tocar en vivo, tampoco pretendemos que esto es real.
El impacto fue inmediato, por lo que las y los espectadores en el estudio, muchos de los cuales no estaban familiarizados con la dinámica interna de la banda, tardaron unos segundos en darse cuenta de lo que ocurría. ¿Era esto una burla? ¿Un error? ¿O un golpe maestro contra la artificialidad de la industria?
De la misma forma, la prensa musical de aquellos años no tardó en reaccionar, pues algunos medios elogiaron la creatividad y el humor de Muse, calificándolo como un acto de rebeldía contra un sistema que prioriza la perfección artificial sobre la expresión genuina. Otros, sin embargo, consideraron que el grupo había desviado la atención de su música con una broma innecesaria; pero si algo quedó claro, fue que Muse había logrado transformar una situación en la que no estaban de acuerdo, en un momento icónico.
Aunque la presentación en Italia no afectó negativamente la popularidad de Muse, sí marcó un precedente en la forma en que la banda interactúa con la industria. Desde entonces, han seguido defendiendo la importancia de las actuaciones en vivo como una forma de conectarse genuinamente con su audiencia; su gira mundial "The Resistance Tour", que comenzó poco después de este incidente, reafirmó su compromiso con el espectáculo en vivo, ganándose elogios por su innovación y energía.
Además, el episodio se convirtió en una anécdota recurrente en entrevistas y documentales sobre la banda, por lo que lejos de ser visto como un tropiezo, es recordado como un ejemplo del ingenio y la integridad de Muse, una banda que nunca ha tenido miedo de desafiar las normas establecidas.
Muse haciendo playback como forma de protesta
Hoy, más de una década después, la presentación de Muse en "Quelli che il Calcio" sigue siendo un punto de referencia en la conversación sobre la autenticidad en la música. Su decisión de desafiar las expectativas y usar el humor como herramienta de protesta no solo resonó con sus fans, sino que también desarrolló un estándar para otros músicos enfrentados a situaciones similares.
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