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El poder de la mente es algo que todavía no se ha podido descrifrar, pero muchas religiones alrededor del mundo han intento explorar su potencial máximo descubriendo que hay límites que podrían llegar a materializar nuestros pensamientos. De esta forma, en lo profundo de la tradición mística tibetana se esconde un concepto tan desconcertante como fascinante: el Tulpa. Esta entidad, nacida del poder de la mente, ha cautivado a ocultistas, científicos y filósofos desde tiempos inmemoriales.
Según los relatos antiguos, el Tulpa es una forma de pensamiento que cobra vida, materializándose en el mundo físico bajo el dominio de quien lo crea. Una figura que obedece la voluntad de su creador, pero que, en ocasiones, puede escapar de su control, desatando un sinfín de misterios y peligros. Hoy en día, este fenómeno sigue siendo un enigma, pero las historias de aquellas perspnas que afirman haberlo experimentado son escalofriantes.
Pero para conocer cómo funciona esta entidad, primero es necesario entender que la palabra Tulpa proviene del sánscrito “sprul-pa”, que se traduce como "emanación" o "manifestación". Este concepto tiene sus raíces en el budismo tibetano, específicamente dentro de las enseñanzas del Dzogchen, una rama esotérica de la religión que se enfoca en alcanzar el estado de iluminación a través de la meditación y la comprensión profunda de la naturaleza del ser.
¿Qué es un Tulpa y de dónde nace?
De acuerdo con los lamas tibetanos, mediante intensas prácticas de meditación y control mental, se creía que podían proyectar su energía psíquica para crear entidades conocidas como tulpas. Estas manifestaciones podían ser tan reales para sus sentidos como cualquier ser vivo; sin embargo, eran esencialmente proyecciones de la mente, materializaciones temporales de pensamientos que cumplían un propósito específico. A menudo, estas formas de pensamiento eran creadas para servir como guías espirituales, ayudantes o simplemente para proteger al creador.
Sin embargo, la creación de un tulpa no es una tarea sencilla ya que la concentración absoluta, la disciplina y el enfoque mental son cruciales para darle forma. Quienes logran hacerlo advierten sobre los riesgos de perder el control sobre la entidad creada ya que si el tulpa se fortalece demasiado o adquiere cierta autonomía, puede volverse en contra de su creador, operando con una voluntad propia.
Una de las pruebas más impactantes sobre la posibilidad de crear un tulpa sucedió en la década de 1920 en donde la exploradora, escritora y estudiosa del budismo tibetano Alexandra David-Néel fue una de las primeras occidentales en introducir el concepto de tulpa en Europa. David-Néel pasó muchos años en el Tíbet, aprendiendo las prácticas espirituales locales y estableciendo relaciones cercanas con los lamas tibetanos y en su libro "Magic and Mystery in Tibet", describió su propia experiencia en la creación de un tulpa.
La exploradora afirmó haber creado, mediante la meditación y el poder de su mente, una figura monástica de aspecto bondadoso. En un principio, la entidad parecía inofensiva, comportándose según lo previsto. Sin embargo, con el tiempo, David-Néel notó que su tulpa comenzaba a adquirir una vida propia, mostrándose más autónoma y agresiva; describió cómo su creación incluso cambió de forma, adoptando una apariencia más siniestra y aterradora.
El proceso de disolver el tulpa, relató, fue largo y arduo, lo que subraya el peligro inherente de jugar con estas energías psíquicas. Fue así como su relato no solo capturó la imaginación del público occidental, sino que también inspiró a varios estudiosos y místicos a investigar el fenómeno de los tulpas desde perspectivas psicológicas y paranormales.
¿Cómo crear un tulpa?
Advertencia: este proceso puede no funcionar y cada persona debe intentarlo bajo su propio riesgo
Crear un tulpa es un proceso que, según los relatos y tradiciones, requiere concentración mental extrema y un enfoque prolongado; y aunque puede llegar a ser bastante peligrosos, aquí te describo el proceso general que suelen seguir aquellas personas interesadas en la creación de tulpas, pero es importante recordar que esto no es un ejercicio ligero o sin consecuencias ya que muchos advierten sobre los posibles riesgos psicológicos, especialmente si la entidad creada adquiere demasiada autonomía o se sale de control.
Define una intención clara para tu tulpa
- Antes de comenzar, debes tener una idea clara de qué o quién quieres que sea tu tulpa. ¿Qué características tendrá? ¿Será una figura amigable, un protector, un maestro? También es fundamental definir cuál será su propósito.
- Desarrolla una idea detallada de su personalidad, apariencia física, habilidades y límites. Entre más detallado seas, mejor. Debes pensar en todo: su altura, rasgos faciales, forma de vestir, tono de voz, etc.
Construcción mental o "visualización"
- Comienza a visualizar tu tulpa todos los días. La visualización es una de las herramientas más importantes en este proceso. Dedica un tiempo específico cada día (entre 30 minutos y 1 hora al principio) para concentrarte únicamente en imaginar a tu tulpa con el mayor detalle posible.
- Imagina a tu tulpa en diferentes situaciones y desde diferentes ángulos. Observa cómo camina, cómo reacciona, cómo interactúa contigo y con el mundo que lo rodea. Repite este proceso cada día hasta que la imagen de tu tulpa sea lo más clara posible.
Desarrolla su personalidad
- Mientras visualizas a tu tulpa, también debes trabajar en su personalidad. Decide cómo será su temperamento: ¿Será tranquilo o enérgico? ¿Será extrovertido o reservado? Piensa en sus reacciones emocionales ante diferentes estímulos.
- Interactúa mentalmente con tu tulpa, como si estuvieras hablando con otra persona. Imagina las respuestas que te daría y cómo reaccionaría ante diferentes temas o situaciones. Esto ayudará a "moldear" su personalidad de manera más realista.
Interacción constante
- Una vez que la imagen mental de tu tulpa esté clara y hayas trabajado en su personalidad, comienza a interactuar más con ella en tu mente. Habla con tu tulpa regularmente, como si fuera una conversación real. Puedes hacer esto en silencio, en voz alta o simplemente pensar en cómo respondería tu tulpa.
- Muchos creadores de tulpas afirman que, con el tiempo, las respuestas de la entidad comienzan a surgir de manera automática, sin necesidad de que las imaginen conscientemente.
Mantén una constancia diaria
- Crear un tulpa puede llevar semanas o meses de práctica diaria, pero la consistencia es clave. Algunos creen que cuanto más tiempo pases visualizando y hablando con tu tulpa, más "real" y autónoma se volverá. Con el tiempo, muchas personas afirman que su tulpa comienza a hablarles de manera espontánea y a desarrollar una personalidad propia.
Reforzar la independencia del tulpa (opcional)
- Para quienes buscan que su tulpa adquiera una mayor independencia, el siguiente paso es permitirle más libertad para tomar decisiones en tu mente. Esto implica dejar de controlar todas sus respuestas y reacciones, permitiendo que se comporten de manera más autónoma.
- Este es el punto en el que los creadores más experimentados advierten sobre el peligro. Si bien el tulpa puede convertirse en un amigo íntimo o un consejero, algunos reportan que las entidades pueden actuar de formas inesperadas, lo que puede generar incomodidad o miedo.
Manifestación física (teórica)
- En la tradición tibetana original, algunos practicantes creen que es posible que el tulpa se manifieste físicamente ante los sentidos, pero esto es extremadamente raro y es más comúnmente descrito como una percepción mental muy vívida, más que como algo físico.
- Si sientes que tu tulpa está tomando demasiada autonomía o empieza a comportarse de manera negativa, es recomendable que busques formas de "disolver" o controlar nuevamente la proyección mental.
Advertencias y consideraciones
- Riesgos psicológicos: crear un tulpa implica manipular de manera consciente tu percepción mental, y esto puede conllevar riesgos si no se tiene una mente estable o un fuerte control emocional. Algunos afirman que la creación de un tulpa puede generar síntomas de disociación o problemas de control mental si no se maneja con cuidado.
- Autonomía del tulpa: aunque muchos aseguran que los tulpas son creaciones bajo el control del creador, hay relatos de personas que afirman haber perdido el control sobre ellos, lo que podría generar experiencias perturbadoras.
- No es un juego: crear una entidad mental no debe tomarse a la ligera. Aunque para algunos es un ejercicio de meditación o una forma de compañía, el proceso involucra áreas profundas de la psique, y cualquier práctica que afecte la mente debe abordarse con seriedad y preparación.
La creación de un tulpa es una práctica esotérica que requiere disciplina mental, concentración y una intención clara, pero si decides explorar este fenómeno, es vital que lo hagas con respeto por el proceso y tomando en cuenta los posibles riesgos asociados.
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