Cientos de personas asistieron a un evento histórico en el Teatro Nacional de Corea del Sur, en Seúl: por primera vez, el director de la Orquesta Sinfónica Nacional del país asiático no fue humano, sino un robot.
Desarrollado por el Instituto de Tecnología Estatal de Corea del Sur (Kitech, por sus siglas), EveR 6 es un androide capaz de seguir el movimiento de los músicos mediante sus sensores, por lo que puede ejecutar a la perfección los movimientos de un director orquestal.
El robot, de 1.8 metros de altura, posee un torso, brazos y cabeza de inspiración humana, los cuales mueve armónicamente para guiar a los músicos que, en esta presentación, emplearon instrumentos tradicionales coreanos para marcar la pauta entre lo humano de la historia y la modernidad.
Choi Soo-yeoul, el director humano de la Orquesta Sinfónica Nacional de Corea del Sur, codirigió la presentación, en la que EveR 6 dirigió una pieza titulada “Ausencia”, arrancando una ovación del público.
“Sus movimientos como director son muy detallados. El robot fue capaz de realizar movimientos muy delicados de una manera mucho mejor de lo que yo había imaginado”, señaló el músico, de 62 años de edad.
El programa estuvo compuesto por cinco piezas, dos dirigidas por el robot, otro par por Soo-yeoul y la última en la que ambos compartieron el estrado y la batuta.
Más robots en la música
Aunque no es la primera vez que un robot se sube al podio de una orquesta, la presentación de EveR 6 muestra los avances que la tecnología ha alcanzado en los años más recientes, sobre todo en el campo de la inteligencia artificial y la captura de movimiento.
En 2008 Asimo, un robot desarrollado por Honda, codirigió una sesión musical con la Orquesta Sinfónica de Detroit. Nueve años después, el androide YuMi dirigió una sesión en Suiza, mientras que en 2020, un robot japonés dirigió una pieza de 7 minutos de duración.
Aunque uno de los principales defectos de EveR6 es que no es capaz de escuchar, el director de la Orquesta Sinfónica Nacional de Corea del Sur tiene esperanzas en el desarrollo musical del robot.
“Supongo que será capaz de conducir un concierto solo, cuando esté equipado con la inteligencia artificial para entender y analizar la música. En el recital se demostró que robots y humanos podemos coexistir y complementarnos, en lugar de reemplazarnos”, detalló Choi.
