PIENSA JOVEN

Covid-19: La racionalización como vía de contagio en esta pandemia

La racionalización y el auto convencimiento de la aparición de síntomas relacionados con el Covid-19 puede desencadenar en una propagación mayor del virus en nuestra comunidad

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Nos enfrentamos a uno de los retos más importantes de la pandemia hasta el momento: el esparcimiento acelerado de la variante Ómicron. Como la emergencia mundial nos ha enseñado desde hace casi dos años, necesitamos uno del otro para salir adelante al ser parte de una sociedad gregaria, donde somos reflejos uno del otro. Este último fenómeno se ha exponenciado durante esta época, ya que las acciones de uno pueden repercutir a muchos.

El creciente miedo a la pandemia

El sentimiento de alerta sobre un posible contagio ha permanecido latente durante este tiempo, pero ha crecido en las últimas semanas con acrecentamiento de los casos reportados. Nadie tiene la intención de contagiarse, es una posibilidad que todos queremos evitar a toda costa. Pero esta intencionalidad no nos puede llevar a desafiar lo racional y lo evidente, al presentar síntomas que podrían ser causados por el virus en cuestión. 

Como seres humanos tratamos de buscarle una explicación lógica a todo lo que percibimos por medio de nuestras herramientas de percepción: los sentidos. Al empezar a sentirnos con aflicciones que podrían ser explicadas por el SARS-COV-2, siempre buscamos cualquier justificación a su aparición y racionalizamos el porqué.

Esta racionalización sobre la razón del padecimiento ha estado presente desde el inicio de la pandemia, pero con la irrupción generalizada de Ómicron, esta práctica se ha hecho más notoria. Lo anterior, gracias a que esta variante comparte sintomatología con un resfriado común y que ha ganado prominencia en la época más propensa a enfermedades respiratorias, el invierno.  

Rechazo a los síntomas

Las explicaciones son variadas, tales como “es alergia”, “tengo la garganta reseca”, “es un resfriado cualquiera”, entre muchas otras. Siempre trataremos de buscar una justificación que no sea Covid-19, pero, ¿Si sí es? 

Llegamos a hacer menos lo que sentimos, auto convenciéndonos de que estamos bien o que ese dolor o malestar no es de considerar. Pero no podemos estar 100% seguros de que ninguna de las aseveraciones anteriores sea completamente cierta.

Al haber racionalizado el porqué de nuestro malestar o demeritado nuestros síntomas, por necesidad o por gusto, seguimos nuestra vida normal sin tomar en cuenta el riesgo que involucra para las personas que nos rodean. Aunque fuera cualquier aflicción respiratoria, no es óptimo para nuestro alrededor la percepción de un riesgo latente. Las consecuencias deben ser evaluadas en su debida medida.

Pero este convencimiento propio también se extrapola al realizar actividades de riesgo, que aumentan la posibilidad de contagiarnos. En nuestras mentes, planteamos escenario en donde buscamos que la acción que vamos a hacer no vislumbra un peligro mayor, algo de lo que no podemos tener total certeza. Llegamos a no evaluar las consecuencias de manera objetiva con tal de convencernos de realizar dicha acción. Debemos apelar a nuestros sentidos y a nuestra responsabilidad social para determinar nuestro hacer.

Estamos en esto juntos

Hemos aprendido durante esta pandemia que debemos cuidarnos de nosotros, para cuidar del otro. No debemos caer en la racionalización, pero tampoco en la somatización o la hipersensibilidad, que nos apunte a pensar que cualquier síntoma es Coronavirus. Debemos de ser claros para identificar los síntomas a considerar. 

Al presentar síntomas debemos de valorarlos como son y asumir que puede ser Covid-19, y de ser necesario realizarse una prueba. Debemos confiar en nuestro sentidos y descifrar lo que realmente percibimos. 

Este es un momento coyuntural, en dónde es imperativo seguir cuidándonos unos de otros, porque somos reflejo de los demás. No debemos bajar la guardia, al seguir todas las pautas de las autoridades sanitarias. Ómicron ya dio el primer paso, es hora de que nosotros, unidos, respondamos y aprendamos de esta unidad para los años venideros.


 

IL