Después del sismo que sacudió a la Ciudad de México y a otros estados de la República como Guerrero, Oaxaca, Morelos y Puebla, los memes y comentarios respecto a la ingesta de pan comenzaron a viralizarse en plataformas digitales. Esto se debe a que, en las familias mexicanas, se tiene la creencia de que comer pan después de tener miedo o presenciar algún momento terrorífico evitará que padezcamos alguna enfermedad.
Y es que el miedo ocasiona diferentes reacciones en el cuerpo, especialmente en la amígdala, un órgano muy pequeño que es clave para el procesamiento de emociones. Entre algunas otras reacciones en nuestro organismo a consecuencia de momentos tensos, se encuentra el aumento de ácidos gástricos, lo que produce náuseas y la segregación de hormonas relacionadas con el estrés, como el cortisol.
¿Qué ocurre con el miedo?
De acuerdo con la creencia popular, comer un bolillo u otro tipo de pan y hasta tortilla dura podría contrarrestar los malestares ocasionados por el "espanto" que se genera en el estómago ante un momento como el movimiento telúrico del 7 de septiembre de 2021; pues no es recomendable tener "la panza vacía", específicamente por la secreción de bilis. Dicho líquido es producido y secretado por el hígado y se almacena en la vesícula biliar.
Aunque la bilis ayuda a la digestión y forma parte del proceso de descomposición de ácidos grasos, las alteraciones en su producción pueden representar la aparición de enfermedades biliares, por ejemplo. Sin embargo, en el caso de la famosa frase, no solo se consideran los efectos de este líquido en el cuerpo, sino que también se relacionan algunas otras afecciones como la gastritis y la diabetes.
¿Ayuda comer pan?
Derivado del miedo sí hay una secreción de jugos gástricos, lo que produce los efectos anteriormente mencionados, por lo que la creencia de comer un pan para contrarrestar el susto es parcialmente cierta. Y es que síntomas como las náuseas o el malestar estomacal derivados del impacto pueden calmarse no solo con bolillo o tortilla, sino con prácticamente cualquier alimento. También se cree que la ingesta de carbohidratos después de espantarnos podría resultar dañina para el organismo, lo que es completamente errónea, excepto para pacientes con diabetes.