Una investigación publicada a comienzos de abril por la prestigiosa revista Harvard Business Review (HBR) reveló el cambio que experimenta una empresa en sus estrategias de innovación al agregar más mujeres a su equipo de dirección corporativa.
El estudio se realizó con 163 empresas multinacionales en la industria de tecnología, medios y telecomunicaciones (TMT), durante 13 años. En este periodo, se analizaron las agendas del cuerpo directivo, los estados y ratios financieros de la empresa, el contenido de las cartas dirigidas a los accionistas y los cambios en estrategias innovadoras después de la entrada de una mujer en la dirección de la empresa.
A partir de este estudio, los resultados mostraron que, después de la entrada de una mujer al cuerpo directivo, las empresas se inclinaron más hacia el cambio y menos hacia el riesgo. Asimismo, las empresas pasaron de tener una visión externa de “fusiones y adquisiciones” a una de visión de desarrollo interno caracterizado por más inversión en departamentos como investigación y desarrollo.
Mayor cambio y menor riesgo
El estudio utilizó una metodología de categorizaciones en la cual se agruparon palabras que reflejaban una mayor propensión de tomar riesgos o de mayor apertura al cambio. Se cuantificaba el número de veces que se utilizaban las palabras en toda la organización y se descubrió que, después de la entrada de una mujer a la c-suite o alta dirección, la frecuencia del uso de palabras que señalaban una mayor propensión al riesgo disminuía en 14%, mientras que las palabras de apertura al cambio aumentaban en 10%. Lo anterior implica que una mujer directiva no solamente brinda una nueva perspectiva a la junta directiva, sino a toda la compañía.
De fusiones y adquisiciones a investigación y desarrollo
Los análisis de la investigación mostraron que las inversiones en investigación y desarrollo aumentaban en promedio 70 millones de dólares por empresa, mientras que la probabilidad de realizar una fusión o adquisición disminuía. Los autores explican este cambio con un interesante contraste: las fusiones y adquisiciones desde una perspectiva de proactividad equivalen a comprar el conocimiento y conllevan un enfoque más masculino, mientras que, por otro lado, un enfoque de colaboración en donde se construye el conocimiento parecería ser una técnica más femenina, aunque es necesario aclarar que en este artículo de ninguna manera se argumenta que un enfoque sea superior a otro.
Es claro que la equidad de género en posiciones de alta dirección es necesaria, incluso sin presentar los resultados de esta interesante investigación realizada por HBR. Sin embargo, también se demuestra que el incluir mujeres en la junta directiva conlleva beneficios tangibles y capitalizables, como la diversidad de pensamiento, la inclusión y probablemente un aumento en los ingresos que genera la empresa. Queda un largo camino por recorrer en términos de la brecha de género y de la participación de mujeres en el ámbito empresarial.
Un artículo presentado por la consultora Grant Thornton, titulado “Women in Business”, reveló que en América Latina solo el 25% de los puestos directivos en empresas es ocupado por mujeres, aunque también señala que el 83% de las empresas cuenta con al menos una mujer en la alta dirección, siendo esta una pequeña, pero significativa mejora, comparada con cifras presentadas en años anteriores.
mgm