El axolote mexicano, también llamado ajolote mexicano, es una de las especies más populares en el país debido a su aspecto y particularidades, como la capacidad de regenerar sus extremidades. Cada 1 de febrero es conmemorada porque tiene lugar el Día Nacional del Ajolote, lo que es un llamado para fomentar su preservación.
La Secretaría del Medio Ambiente de Ciudad de México (Sedema) y la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México presentaron el evento “Entre ajolotes y humedales” y lanzaron una cartelera con actividades gratuitas para celebrar mañana domingo 2 de febrero a este anfibio endémico de México, mismas que te compartimos, a continuación:
- Visita guiada y recorrido en bicicleta (11 de la mañana)
- Plática acerca de humedales y comunidad (12 del día)
- Taller: lapiceras de ajolote (12 del día)
- Taller: ajolotes móviles (1:30 de la tarde)
- Taller: caras de ajolotes (3 de la tarde)
Estas actividades gratuitas se efectuarán en el Museo Chinampaxóchitl, en el Parque Ecológico de Xochimilco. Esta alcaldía de CDMX guarda un vínculo con los ajolotes porque las chinampas son un recurso para su preservación. La Universidad Autónoma de México (UNAM) incluso impulsó la Chinampa Refugio para rescatar a este anfibio.
“Así, dentro de esas áreas se abren zanjas, se ponen compuertas, se rehabilita y reproduce el ecosistema original del ajolote. Asimismo, se colocan otras compuertas con filtros naturales (hechas con una gran diversidad de plantas) que limpian el agua, explicó el investigador Horacio Mena González.
Qué son los ajolotes
Los ajolotes -pertenecientes a la familia Ambystoma mexicanum- son una especie de anfibio; inicialmente fueron descritos por el botánico y zoólogo George Kearsley Shaw y el ilustrador y naturalista Frederick Polydore Nodder, quienes los nombraron Gyrinus mexicanus. Es una especie endémica de México, específicamente de la Cuenta de México, razón por la que impacta en la cultura del país.
Características y datos curiosos de los ajolotes
Aunque los ajolotes son anfibios y guardan vínculo con las salamancas, son considerados una especie única mexicana debido a su aspecto. Aquellos que viven en su hábitat natural suelen tener un color marrón grisáceo, mientras que los que crecen en cautiverio -incluso como mascotas- tienen una tonalidad rosada, que es la imagen con la que son reconocidos.
Entre sus particularidades destacan las siguientes tres, de acuerdo con National Geographic:
- Nunca pasa de la fase larvaria y por eso permanece “joven”, fenómeno que se llama neotenia
- Tienen la capacidad de regenerar sus extremidades perdidas, así como el corazón, médulas espinales y partes del cerebro perdidas o dañadas
- Alcanzan la madurez sexual al año de edad y su período de reproducción (desove) se da en febrero
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