Ser una mujer inspiradora y contagiadora, ahora que esa palabra se usa tanto, de buena vibra y de alegría por la vida, es Dina Buchbinder.
Es de esos seres humanos a quienes los obstáculos se les convierten en desafíos sin grandes consecuencias, que se rebasan con una sonrisa. De esos que son incapaces de irse a dormir sin saber que han ayudado en algo o a alguien ese día.
Dina, a mi parecer, es un alma vieja, entendido esto como un regalo maravilloso, pues tiene esa sabiduría humana y ancestral, que no le deja ni rendirse ni darse jamás por vencida en su propósito de vida que es, indiscutiblemente, el ayudar a los demás y el
servicio al prójimo.
Galardonada dentro y fuera de México, le di la estatuilla de ser inspiradora nacional en mi libro "Those Who Inspire Mexico I", porque es sin lugar a dudas una mujer en quien fijarse e inspirarse, a quien no se puede perder de vista nunca. Es y será una de las personas más importantes en el ámbito de responsabilidad social de este país.
LA FRASE
“Es puro amor, la sonrisa constante y las ganas de ayudarte en lo que pueda, una especie de madre que te apapacha".
Tras Educación para Compartir, se encuentra el trabajo de Dina y de un equipo magnífico que se encarga, desde hace 14 años y de forma presencial (a través del deporte, juego, talleres y experimentos), de ayudar a salir de las circunstancias en las que se encuentran más de un millón de niños de escasos recursos y sus educadores de todo México y otros siete países. Los beneficiados por esta organización consiguen ver su futuro de forma más brillante, pues Dina les da esa sensación de pertenecer a un equipo, a una familia, y de superarse día a día, persiguiendo un objetivo sano y sin duda, transformador.
Ya lo ha conseguido durante el COVID-19, con más de 3.6 millones y su campaña #tambienencasa, y esto es sólo el prólogo de lo que le queda por hacer. Además, es un claro ejemplo de que se puede ser madre de familia y emprendedora social con una actividad diaria muy exigente, siendo así ejemplo para tantas otras mujeres.
Dina es una visionaria, y sabe que, ayudando a los niños y niñas, y por lo tanto a las próximas generaciones, así como a los y las que les instruyen, se puede cambiar y mejorar la sociedad de un país en muchos sentidos.
POR ROCÍO MARFIL
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