La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) se dispuso a crear una Inteligencia Artificial (IA) estilo ChatGPT de OpenAI para poder "hablar" con sus naves espaciales. La idea es que asista a los astronautas durante sus misiones en el espacio además de que, en un futuro, pueda permitir la comunicación con las naves espaciales usando un lenguaje natural. Los grandes planes para este sistema llevarían al software al espacio tal y como lo vemos en las películas y series de ciencia ficción. El proyecto es tan ambicioso que la idea es "conversar" directamente con la maquinaria.
¿Cómo se está abordando esta iniciativa espacial?
De acuerdo con la doctora Larissa Suzuki —quien se desempeña en Google como directora técnica y en la NASA como investigadora visitante— la primera versión de esta tecnología tipo ChatGPT se incorporará en la estación espacial Gateway, que orbitará la Luna como parte de las misiones Artemis, al menos así lo explicó durante una reciente conferencia en Londres —publicada por The Guardian—. Sin embargo, el potencial de esta IA sería muchísimo más grande del que podríamos imaginar.
Esto debido a que el ambicioso plan considera que en algún futuro podremos hablar de manera fluida con las máquinas usando un lenguaje natural y cotidiano. De esta manera dejaría de ser una utopía o solo un elemento que complementa la ciencia ficción.
"La idea es llegar a un punto en el que tengamos interacciones conversacionales con vehículos espaciales y ellos también nos respondan sobre alertas, hallazgos interesantes que vean en el sistema solar y más allá", aseguró Larissa Suzuki.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas. Alcanzar esta tecnología y llegar a la meta costará años de desarrollo y experimentación. Aunque la intención de la NASA no es como tal desarrollar un ChatGPT que pueda controlar todos los parámetros de una misión especial o de la vida humana en órbita, más bien desean crear una red comunicaciones interplanetaria que integre la IA para así poder detectar y diagnosticar fallos a distancia. Esta herramienta podría resultar de muchísima utilidad a lo largo de nuestra historia en el espacio, más cuando finalmente lo podamos abordar de mejor manera y necesitemos prevenir un inconveniente técnico en alguna nave no tripulada y fuera del alcance humano.
La NASA quiere que la próxima IA se implemente en el programa Artemis
Según la doctora Larissa Suzuki, disponer de una interfaz de lenguaje natural al estilo de ChatGPT les permitiría a los ingenieros de la NASA comunicarse directamente con una nave y preguntarle qué es lo que no funciona. Con ello se simplificarían los procedimientos y ya no se necesitarían revisar los manuales técnicos del vehículo o depender de las listas de comprobación para poder dar con el problema de manera "manual". La experta sostiene que la tecnología ya ha evolucionado lo suficiente para pensar que esto es factible. Labores de acople y desacople de una estación espacial, ofrecer consejos a la hora de realizar experimentos científicos en órbita y la evolución generativa de la IA ya no serían cosas de la ciencia ficción.
Debido a que la estación espacial Gateway —que será la primera en adoptar la tecnología al estilo ChatGPT— todavía no se está ensamblando, se espera que el módulo habitacional y el sistema de propulsión se lancen al espacio después de noviembre del 2024. Esto sin contar las demoras que regularmente surgen en este tipo de proyectos tan ambiciosos. En sí, se necesitarán de varios años más para que pueda ser terminada e implementada. Más allá de que la IA generativa asista a los astronautas y el futuro incierto en el espacio, a los expertos les resulta interesante pensar cómo es que puede impactar la gestión automatizada en una estación que orbitará la Luna durante las misiones Artemis.
La NASA espera que Gateway tenga períodos de hasta 9 meses sin tripulación, por lo que pretende incorporar sistemas capaces de operar sin supervisión y por largos lapsos. Sin embargo no descartará que los astronautas puedan "enseñarle" algo a esta IA cuando se encuentren en la estación.
"Mientras las tripulaciones estén presentes, las tecnologías deben optimizar las habilidades de las mismas, permitir una mayor autonomía del control de la misión basado en la Tierra y aprender cómo realizar o mejorar su desempeño de las operaciones autónomas mediante la observación de las tripulaciones", aseguró la NASA.