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Los incentivos de Putin

La evidencia en el terreno desmiente la afirmación del mandatario estadounidense al ignorar (o pretender hacerlo) la realidad estratégica del Kremlin

Los incentivos de Putin
Raquel López-Portillo Maltos / Enlace Comexi / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

En palabras de Donald Trump, es más fácil lidiar con Rusia, pues ellos “sí quieren un acuerdo para acabar con la guerra". Sin embargo, entre los factores que abonan a la incertidumbre de un acuerdo de paz en Ucrania, cabe preguntarse: ¿por qué Putin querría acabar con la guerra en estos momentos? ¿Cuáles serían sus incentivos y respectivas concesiones?

La evidencia en el terreno desmiente la afirmación del mandatario estadounidense al ignorar (o pretender hacerlo) la realidad estratégica del Kremlin. En este momento, Moscú tiene más que ganar manteniendo el conflicto en su estado actual que cediendo en negociaciones que no le ofrecen el máximo beneficio posible.

Las condiciones de Rusia para aceptar la propuesta de cese al fuego negociada por Estados Unidos abarcan la anexión del territorio ocupado; frenar la movilización, entrenamiento de tropas y envío de armamento a Ucrania; la no adhesión de Ucrania a la OTAN; la desmilitarización de Ucrania; la prohibición del despliegue de fuerzas de paz extranjeras; y el alivio de sanciones económicas. Además, Putin cuestionó qué pasaría en la región de Kursk (parcialmente ocupada por Ucrania), cómo sería monitoreado el cese al fuego y cómo usaría Kiev esta pausa.  

Nada de esto es nuevo; todas estas condiciones ya han sido planteadas con anterioridad y han sido catalogadas como inaceptables para Ucrania. Sin embargo, existen dos posibles incentivos de fondo para que Putin acepte acordar un cese al fuego, aunque sea temporal. El primero es táctico, pues una pausa permitiría a las tropas rusas ganar tiempo para reordenarse y rearmarse. El segundo es estratégico y va alineado a la visión de Trump. Una pausa a los combates puede llevar a una mayor presión para que se lleven a cabo elecciones en Ucrania. Esto permitiría tanto a Trump como a Putin tener como intermediario a un liderazgo más afín a sus propios intereses. En cuanto a concesiones, Putin dejó entrever la disposición a firmar un acuerdo sobre minerales críticos; esto hace sentido considerando que la mayoría de estos se encuentran en territorio ucraniano ocupado.

En este escenario, otras propuestas de paz impulsadas por actores europeos como Francia y el Reino Unido parecen más una maniobra para reforzar su propia relevancia que una solución realista. Ofrecer un cese al fuego sin cambios en la correlación de fuerzas solo permitiría a Rusia consolidar sus posiciones. Europa ha intentado presentarse como un actor clave en el conflicto, pero sin una estrategia de presión efectiva, su influencia sobre Putin es prácticamente nula.

La gran incógnita es si Trump está realmente dispuesto a comprometerse con una estrategia que imponga costos a Moscú o si su enfoque se limitará a gestos simbólicos sin consecuencias reales. Por ahora, la balanza sigue inclinándose a favor de Rusia, y cualquier negociación que no parta de esa premisa probablemente estará condenada al fracaso.

POR RAQUEL LÓPEZ-PORTILLO MALTOS

SECRETARIA DEL PROGRAMA DE JÓVENES DEL COMEXI

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