Columna Invitada

¿Popotes de plástico?

Irónicamente, uno de los materiales que prometía hacer la vida fácil, la ha complicado cada vez más

¿Popotes de plástico?
Marina Robles / Columna invitada / El Heraldo de México Foto: Especial

Cada año se generan 400 millones de toneladas de residuos plásticos en el mundo, lo que equivale al peso de ¡todos los humanos del mundo juntos! Los plásticos aparecieron en los años 50 y permitieron avances en la higiene y la salud, disminuyeron el peso de envases; de autos, de muchos productos; y con esto se disminuyó la cantidad de combustible usado para su transporte y funcionamiento y, por lo tanto, se evitaron emisiones de gases contaminantes.

El problema comenzó cuando la necesidad se convirtió en necedad y empezamos a generar productos que rayan en lo absurdo: empaques sobre empaque que se usan solo unos minutos.

El problema no sería grave si el plástico no fuera tan durable. Hoy, los plásticos de hace años, se acumulan junto a los actuales, en todos los rincones imaginables, incluso en nuestro cuerpo. A la semana, se estima que ingerimos o respiramos, alrededor de cinco gramos de microplásticos, equivalente al peso de una tarjeta bancaria.

Esos microplásticos pueden hallarse en el corazón, el hígado, incluso en el cerebro y provienen de la fragmentación de los plásticos que tiramos sin recato en cualquier lado.

Los riesgos a la salud humana los documenta muy bien la organización earthday en su reporte “Babies vs Plastic”. Presentan cómo los plásticos y los aditivos usados para hacerlos flexibles, maleables o darles alguna característica, están generando serios problemas de salud, particularmente a los bebés y los niños y niñas.

Un dato de lo más escalofriante es que en los últimos años, los casos de cáncer infantil aumentaron 20%, asociado a uno de los compuestos que dan flexibilidad al plástico. Irónicamente, uno de los materiales que prometía hacer la vida más fácil, la ha complicado cada vez más. A los efectos sobre la salud humana se agrega la acumulación de plásticos en todos los ecosistemas del mundo, dañando también, de múltiples maneras, a muchos otros seres vivos.

Frenar y revertir este problema requiere muchas acciones: retirar los residuos plásticos ya acumulados en los ecosistemas y reaprovecharlos de alguna manera; eliminar productos o empaques innecesarios; prohibir la producción de algunos productos de un solo uso, entre ellos, por supuesto, los popotes de plástico.

Y es que un popote de plástico, que se usa unos minutos, dura entre 100 y 800 años en el planeta.

Y, aunque haya quienes niegan los problemas que genera, basta mirar las imágenes de peces y aves con las gargantas atravesadas o obstruidas por un popote en su interior.

Hasta el año 2024, más de 100 países prohibieron ciertos productos plásticos de un solo uso. No está mal, es un avance, pero ¿no será posible que cada que nos los ofrecen, los rechacemos?

POR MARINA ROBLES GARCÍA

SUBSECRETARIA DE POLÍTICA AMBIENTAL Y RECURSOS NATURALES, DE LA SECRETARÍA DE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES DEL GOBIERNO DE MÉXICO

@MROBLESG

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