Columna invitada

Tres mujeres

El 31 de julio de 1843 Juárez se casa con Margarita, el de 37 años, ella de 17; Concha Lombardo hizo lo mismo con Miramón el 24 de octubre de 1858, por su parte Maximiliano y Carlota

Tres mujeres
Rubén Martínez Cisneros / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

La historia las unió, compartieron el México desde diferentes perspectivas, cada una de ellas con visión distinta; nos referimos a Margarita Maza, esposa de don Benito Juárez, presidente de la República, Concepción Lombardo casada con el general Miguel Miramón y María Carlota Amalia quien contrajo nupcias con el archiduque Maximiliano de Habsburgo.

El 31 de julio de 1843 Juárez se casa con Margarita, el de 37 años, ella de 17; Concha Lombardo hizo lo mismo con Miramón el 24 de octubre de 1858, por su parte Maximiliano y Carlota se unieron el 27 de julio de 1857. Gobernaba el país Benito Juárez, quien establece su gobierno en SLP, después de abandonar el poder en la Ciudad de México en 1863, ante la inminente llegada del ejército francés. Tiempo después emigra a Paso del Norte, Chihuahua (hoy Ciudad Juárez).

El 22 de septiembre de 1864, Juárez le escribe, “Mi amada Margarita: Aunque ya te escribí otra carta para ti para Santa, te pongo estos renglones para decirte que no tengas cuidado por mí, pues hasta la fecha no tengo novedad. Sólo me atormenta tu separación y la de nuestros hijos, para el 15 de octubre, le dice, “...recibe el corazón de tu esposo que mucho te ama”.

Su esposa Margarita, le escribe desde Nueva York, en noviembre 15 de 1865, “Me alegro que hayas recibido mi retrato, y siento que tú no te puedas retratar para mandarme el tuyo…Adiós Nito, sabes que te ama tu esposa”

El 28 de mayo de 1864 llegan a través de la Novara a Veracruz, Maximiliano y Carlota; después de haber sido invitados por 35 notables mexicanos reunidos el 10 de julio de 1863, para adoptar el sistema monárquico como forma de gobierno y ofrecer la corona a Maximiliano de Habsburgo.

Una de las acompañantes de Carlota, la condesa Paula Kolonitz, narra en su libro Un viaje a México en 1864 Lecturas Mexicana 41, “La Themis nos había precedido para anunciar nuestra llegada; no había ni una señal de vida, nadie se movió en el puerto; no había nadie en la costa. El nuevo soberano de México estaba frente a su propio imperio, en poco tiempo debía pisar su suelo, pero sus súbditos se habían escondido. Nadie lo recibía”.

El 15 de agosto de 1864, Carlota le escribe a Maximiliano, “Tesoro entrañablemente amado: Mil gracias por las cariñosas cartas de la que ya he recibido dos. Las leí con gran ternura”.

El general Miguel Miramón abraza la causa la causa de Maximiliano de Habsburgo. El primero de enero de 1864, Miguel le escribe a su esposa, “Mil besos a mis hijos y tú recibe el recuerdo de todos y el amor de tu Miguel”, el día 7 le manifiesta, “Mis recuerdos a todos…mil besos a mis hijos y tu el corazón de tu amante”.

Entre los papeles que acompañaban las Memorias de Concepción Lombardo rescatadas en Palermo, Italia por Francisco Cortina editadas por la Biblioteca Porrúa 1980, se encontró el siguiente, “Péguese mí lengua a mi boca si llegara a olvidarte”.

POR RUBÉN MARTÍNEZ CISNEROS

COLABORADOR

MAAZ

 

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