Mujeres de Acción

Crónica de un fracaso anunciado

Desde su planteamiento inicial, la reforma judicial ha sido una colección de tropiezos, incongruencias, engaños e ineficiencias. Detrás de esta serie de engaños y trampas existe un solo objetivo: asesinar la independencia del Poder Judicial

Crónica de un fracaso anunciado
Foto: El Heraldo de México

Desde su planteamiento inicial, la reforma judicial ha sido una colección de tropiezos, incongruencias, engaños e ineficiencias. Detrás de esta serie de engaños y trampas existe un solo objetivo: asesinar la independencia del Poder Judicial.

Parecía que este plan perverso les iba a salir perfecto, pues Morena controla todas las vías encargadas de la implementación de esta reforma. Sin embargo, fiel a su estilo, cada paso es un desastre mayor, este proceso los ha pintado de cuerpo entero, tramposos, improvisados e ignorantes.

Uno de los primeros obstáculos que enfrentó la elección judicial fue la disposición de recursos. Claro, en un país con tanta desigualdad como México, es un verdadero insulto que se desperdicie cualquier cantidad de recursos en una elección innecesaria. Con lo que costará el capricho presidencial, podrían resolverse problemas serios de salud, educación o seguridad.

Después del problema de recursos surgió otro de los obstáculos más evidentes y anticipables: la complejidad logística que implica una elección de más de 5,379 candidaturas. La enorme concentración de candidaturas para cargos judiciales tendrá varios efectos negativos. Primero, la dificultad de distinguir todas las opciones disponibles en una sola boleta, después, la imposibilidad de conocer las candidaturas y la materia para la cual deben ser electas. Finalmente, la poca disposición de casillas que hará muy difícil la participación de la ciudadanía.

La elección judicial es una típica simulacion de Morena que está hechas para disfrazar como decisiones populares las imposiciones cupulares.

Detrás de cada decisión están los bienes más preciados para cualquier sociedad: los derechos, la libertad, la salud, el trabajo, la propiedad, entre otros, y quienes van a decidir sobre estos derechos, podrán ser personas sin ninguna experiencia, capacidad  e independencia.

La reforma judicial pondrá a la ciudadanía en la charola de la vulnerabilidad total frente a la delincuencia y el Estado Mexicano continuará perdiendo margen de acción.

Y los problemas no terminan aquí, en medio del difícil contexto del empeoramiento de la relación entre México y Estados Unidos, quedarán para la historia las vergonzosas estampas de senadores frente a una tómbola, en lugar de ejercer todas sus facultades en materia de política exterior.

El comunicado de la Casa Blanca que acusa al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum de sostener una alianza con el narcotráfico y de no cooperar en la lucha contra el crimen organizado retratan algo que desde la oposición se ha denunciado durante los últimos años. Para muchas y muchos mexicanos es evidente que existe una colusión entre el partido en el poder y los grupos de la delincuencia organizada, expresada bajo la estrategia “abrazos, no balazos”.

Las y los mexicanos necesitamos un gobierno que actúe con visión de Estado en uno de los momentos internacionales más complejos que hemos enfrentado en nuestra historia reciente. No cantemos victoria con el respiro de un mes que ha dado el Presidente Trump, muchas cosas tienen que cambiar, el gobierno debe garantizar el Estado de Derecho y por supuesto, atacar al crimen organizado.

Unidad con la Presidenta NO, Unidad con  México, SI.

Laura Esquivel Torres

Senadora de la República y Secretaria Nacional de Promoción Política de la Mujer en el CEN del PAN 

 

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