Irrealismo lógico

“Adolf” Musk y sus amigos fascistas

Toca apoyar a la presidenta Claudia Sheinbaum y luchar por la soberanía

“Adolf” Musk y sus amigos fascistas
Alejandro Almazán / Irrealismo lógico / Opinión El Heraldo de México Foto: Cortesía

Ahora Trump baila con Village People, convirtiéndose por un momento en el sexto integrante de la banda, símbolo de la comunidad LGBTQ+. Ahora Trump dice que Dios lo salvó de un atentado porque su misión es “make America great again”. Ahora Trump cumple sus amenazas contra México: usarlo como depósito de migrantes deportados y designar a los grupos criminales como organizaciones terroristas extranjeras. Ahora Trump se divierte cuando le preguntan si enviará tropas a territorio mexicano y él insinúa que “podrían pasar cosas extrañas”. Ahora Trump bullea a los periodistas y acaba con las diversidades, el género y el cambio climático de un solo plumazo. Pero hay otras dos imágenes igual de graves: el funcionario trumpista Elon Musk haciendo el saludo nazi; y Musk en compañía de sus frustrados e insaciables amigos, los señoros Jeff Bezos y Mark Zuckerberg, mientras juramenta Trump. Más de 880 billones de dólares juntos, sin contar a los directores de Google, Apple y TikTok.

A esta nueva élite dominante de poder -nuevos ricos tecnológicos que son dueños del capital en la “nube”-, el griego Yanis Varoufakis, exministro de Economía en su país, les llama ‘Nubelistas’ y los ubica en el controvertido concepto ‘Tecnofeudalismo’. Varoufakis sugiere que hemos pasado del capitalismo a un modelo feudal, donde “el mercado ha sido sustituido por plataformas digitales”, donde “triunfa la renta sobre el beneficio” y donde “aumenta la explotación”. El filósofo y activista español Raúl S. Cedillo no coincide con la noción de "Tecnofeudalismo" porque Musk, a quien define como “hombre sádico” y “cuarentón impotente”, no sólo vive de la renta de plataformas; también compra PayPal, Tesla o Twitter. “Es producto de la ‘financiarización’ del capitalismo (…) que responde a un poder despótico, oligárquico y capitalista”, explica Cedillo en el programa español La Base (https://n9.cl/f10g1).

Para Cedillo estos oligarcas de plataformas son “fascistas” y “supremacistas blancos” y han perfeccionado el manual de Joseph Goebbels, el exministro de propaganda de Adolfo Hitler, al divulgar su ideología a través de las redes sociales. El filósofo español también reflexiona que Musk es el nuevo Henry Ford: magnate antisemita que controla la industria con un programa político fascista. Si en su tiempo Ford se lanzó contra la comunidad judía, dice Cedillo, “ahora los enemigos son los migrantes”. Pero también son las diversidades, las mujeres, las personas racializadas y los gobiernos que a Trump se le ocurran. “Estos gigantes controlan máquinas de guerra, estructuras de guerra y máquinas de producción fascista”.

Entre libertarios y fascistas hay júbilo por Trump. Y si no vaya a las redes sociales del presidente argentino Javier Milei o de opositores mexicanos que ruegan por una invasión. En la izquierda latinoamericana, en cambio, empieza a correrse la voz de que urge una reorganización y un programa radical antifascista para ‘hacer común lo que es común’: el agua, la tierra, los recursos naturales. Empieza a sonar la creación de redes sociales públicas. Se escucha que hay que permanecer en X para confrontar a Musk y a sus amigos fascistas.

Por lo pronto, mientras a Trump y compañía se les ocurren más ideas expansionistas, toca apoyar a la presidenta Sheinbaum y luchar por la soberanía. No queda de otra.

POR ALEJANDRO ALMAZÁN

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