La reciente declaración de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la reactivación del programa de estancias infantiles representa una luz de esperanza para miles de familias mexicanas que han visto limitadas sus oportunidades de desarrollo. Como legisladora federal, considero fundamental destacar la trascendencia de esta decisión que podría marcar un antes y un después en la política social de nuestro país.
Coincido con el análisis del presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, cuando señala que las guarderías del ISSSTE y del IMSS fueron instituciones que transformaron la vida de millones de familias trabajadoras. La experiencia personal de la presidenta Sheinbaum en estos espacios, que ella misma ha compartido, refleja el impacto positivo que estas instituciones tuvieron en generaciones de mexicanos.
La evidencia científica respalda contundentemente el valor de las estancias infantiles en el desarrollo integral de los niños. En estos espacios, nuestros pequeños no solo reciben cuidados básicos, sino que desarrollan habilidades sociales fundamentales, fortalecen su independencia, y encuentran un entorno propicio para su desarrollo cognitivo y emocional. Los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo cerebral, y las estancias infantiles bien administradas proporcionan la estimulación necesaria para optimizar este desarrollo.
Más allá del beneficio directo para los infantes, las estancias infantiles representan una herramienta fundamental para el empoderamiento económico de las familias mexicanas. Cuando las madres tienen acceso a servicios de cuidado infantil confiables y de calidad, pueden incorporarse al mercado laboral con la tranquilidad de que sus hijos están siendo atendidos adecuadamente. Esto no solo mejora el ingreso familiar, sino que también contribuye al desarrollo profesional de las mujeres y a la construcción de una sociedad más equitativa.
La desaparición del programa de estancias infantiles durante el gobierno anterior representó un retroceso significativo en materia de política social. Miles de familias se vieron obligadas a buscar alternativas de cuidado infantil, muchas veces en condiciones menos favorables o teniendo que sacrificar oportunidades laborales. Por ello, la decisión de reactivar este programa merece no solo nuestro reconocimiento sino también nuestro compromiso para asegurar su correcta implementación.
La reactivación del programa de estancias infantiles no debe verse como una simple reinstauración de un servicio, sino como una inversión estratégica en el futuro de México. Cada peso invertido en el cuidado y desarrollo de la primera infancia genera retornos multiplicadores en términos de desarrollo humano, productividad económica y bienestar social. Es momento de dejar atrás las divisiones políticas y trabajar unidos por el bienestar de nuestras familias y el futuro de nuestros niños. X: @lorenapignon_