Dilemas Millennials

¿Soy TDAHchoso/a?

Algunas de mis conversaciones recientes son sobre síndromes como TDA y TDAH, y los algoritmos de redes sociales parecen haberlo notado

¿Soy TDAHchoso/a?
Dulce Elena Galindo Villa / Dilemas Millennials / Opinión El Heraldo de México Foto: Heraldo de México

Algunas de mis conversaciones recientes son sobre síndromes como TDA y TDAH, y los algoritmos de redes sociales parecen haberlo notado, llenando mi feed de videos sobre síntomas con los que me identifico: dificultad para estar quieta, pensamientos que no paran y en ocasiones dificultad para concentrarme. Mi dilema es: ¿es sano etiquetarme como 'TDAHchosa/a?

Con las redes sociales, los diagnósticos de síndromes como el TDAH y TDA han pasado de los consultorios a los foros virtuales, lo cual es positivo en parte, porque hay más apertura a reconocer la diversidad mental que siempre ha existido, pero a su vez también provoca que sean abordadas de manera un tanto superficial.

El TDA (Trastorno por Déficit de Atención) y el TDAH (Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad) no es solo cosa de ser personas olvidadizas, implica tener un funcionamiento cerebral diferente al resto que genera ciertos desafíos, pues la corteza prefrontal que se encuentra justo detrás de nuestra frente, suele estar menos activa lo que dificulta poner atención, planificar, organizar, tomar decisiones, entre otras cosas.

La principal diferencia entre el TDA y el TDAH es que, en el segundo caso, las personas suelen ser más inquietas e impulsivas. En México no existen cifras exactas de cuántas personas nacen con esta condición, pero algunas estimaciones sugieren que el 5% de la población infantil y alrededor de 3 millones de adultos pueden tener TDAH.

La detección y aceptación de estos síndromes no eran tan populares cuando era pequeña, así que hasta el momento no cuento con un diagnóstico y la verdad no he querido acudir con un especialistas para que me valoren, pues tengo miedo que al saber que tengo cierta condición, empiece a justificar algunas de mis acciones y deje de esforzarme por gestionar los desafíos que se me presentan.

Cuando era pequeña nunca encontraba las cosas que me mandaban a buscar, me estresaba que el profesor diera indicaciones, pues solo comprendía la mitad, hacer planas o numeraciones era muy frustrante porque tenía una letra horrible, mi cuaderno siempre estaba sucio, cuando entré la prepa no retenía, ni entendía lo que leía, era muy desorganizada y olvidadiza, pero solo me enfoque en ir mejorando poco a poco.

Ahora como adulta empiezo a tener dificultad para dormir, me he vuelto sensible a la cafeína, me activa en exceso, repito pensamientos en mi mente como los tiktoks que vemos una y otra vez, al trabajar me tengo que levantar de manera constante para organizar mis ideas y poner alarmas para mantenerme enfocada por intervalos de dos horas y después darme un premio, como salir a dar una vuelta, ver una serie por 20 minutos, he notado que hacer ejercicio por la mañana me ayuda a mantenerme más concentrada.

Vivir con un síndrome no es fácil, sin embargo también tiene su parte positiva, hay dos personas muy especiales en mi vida que fueron diagnosticadas de manera reciente y tienen una vida normal, trabajan, estudian, son inteligentes, creativas, sensibles y divertidas.

Para hacerle frente a la duda de si tengo o no algún síndrome considero importante:

1. Dejar de etiquetarme como "TDAHchoso/a": puede ser gracioso decir “es mi tdah” pero a su vez, puede llegar a limitarme para seguir mejorando, e incluso después de ser diagnosticada, mi esencia no se va a reducir a ser una persona con un síndrome.

2. Plantearme la utilidad de confirmar si tengo TDA o TDAH: la lógica es que cuando acudes al médico es para mejorar, así que saberlo me puede contribuir a obtener herramientas para vivir aún mejor.

3. Acudir con un especialista: para tener un diagnóstico profesional y dejar de autodiagnosticarme con la información que veo en tiktoks.

Tener un trastorno no tiene por qué definir ni limitar tu vida. Simplemente significa que aprendes y ves el mundo de una manera diferente, pero cuentas con las mismas posibilidades de lograr un desarrollo pleno. Lo mejor es que hoy en día hablar de estas diferencias es más común, y es más fácil encontrar apoyo profesional para manejar los desafíos y potenciar tus fortalezas.

POR DULCE ELENA GALINDO VILLA

COLABORADORA

@DULCEGALINDOVILLA

MAAZ

 

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