“La transparencia se ha constituido en un valor social, pero lo que necesitamos es saber qué tanto se ha convertido en parte del quehacer cotidiano”.
Jacqueline Peschard
En agosto de 2022, el Seminario Universitario de Transparencia convocó a un grupo de académicos, integrantes de la sociedad civil y especialistas para debatir los avances y retos del acceso a la información en México. Derivado de este encuentro, Jacqueline Peschard Mariscal, ex comisionada presidenta del IFAI —hoy INAI— coordinó el libro La ruta crítica para el rescate de la transparencia. En él se aborda el valor de la transparencia y el acceso a la información desde una perspectiva que va más allá de lo visible, es decir, no sólo como derechos humanos, sino como vías sociales indispensables para el ejercicio democrático. El texto plantea los avances y desafíos para incorporarse como un valor irremplazable en la cultura cotidiana tanto de las personas servidoras públicas, como de la sociedad en su conjunto y la democracia, es tangible.
La ruta crítica para el rescate de la transparencia señala los avances y la evolución de ese derecho desde la promulgación de la primera Ley Federal de Transparencia en México en 2002. Un aún corto proceso, en el que nuestro país ha dado importantes pasos para su fortalecimiento; entre los más importantes se encuentran la ampliación del catálogo de sujetos obligados, la homologación de los procedimientos para el ejercicio equitativo de la transparencia en todo el país; y la creación de un organismo autónomo, técnico y especializado para su garantía plena y efectiva, cuyo origen ciudadano hace que su actuar sea ajeno a cualquier interés político o partidista.
Sin embargo, la trayectoria de la transparencia en el país no ha sido lineal. En este texto Jacqueline Peschard advierte que, aunque ahora se genera más información pública y las personas servidoras públicas son más conscientes de su deber, todavía hay resistencias, debido a que los sujetos obligados alegan inexistencia de información para evitar su entrega, una práctica que retarda el proceso y pone en riesgo la credibilidad de las instituciones. Además, persisten obstáculos burocráticos y resistencias institucionales que limitan el verdadero potencial de estos derechos, ya que si bien es cierto que se ha comprobado que su garantía es una fuente crucial para empoderar a las y los ciudadanos, periodistas y medios de comunicación mediante información fidedigna, permanece la visión de esos derechos como problemas para el quehacer gubernamental. No se les ve, en muchos casos, como una solución a problemáticas sociales.
Aunado a ello, se suma al debate la insistencia del discurso crítico al INAI, que se sustenta en afirmaciones equivocadas, como aquellas que cuestionan el rol del Instituto en el combate a la corrupción, por lo que es fundamental entender que el papel del organismo no es ese, sino garantizar derechos humanos, convirtiéndolo en una vía de control y una herramienta que contribuye a exigir cuentas y visibilizar que lo público se realice conforme a Derecho; el INAI no investiga, no fiscaliza y tampoco sanciona a las autoridades.
Sin duda, esta obra es una invitación a reflexionar sobre el futuro de la transparencia en México. En una coyuntura que pone en riesgo el derecho a preguntar sobre el quehacer gubernamental, es urgente redoblar los esfuerzos orientados al fortalecimiento de las capacidades institucionales que hacen posible la transparencia y el acceso a la información. Su respeto, protección y garantía es un desafío permanente e indispensable para el fortalecimiento democrático del país y para la construcción de una sociedad más informada y participativa.
POR BLANCA LILIA IBARRA CADENA
@BL_IBARRA
*COMISIONADA DEL INAI
PAL