Hiel y Miel

Inconsciencia

La historia de la humanidad nos enseña que en ninguna época o gobierno se ha logrado acabar con el consumo de las sustancias

Inconsciencia
Tere Vale / Hiel y Miel / Opinión El Heraldo de México Foto: Heraldo de México

La historia de la humanidad nos enseña que en ninguna época o gobierno se ha logrado acabar con el consumo de las sustancias que alteran nuestra consciencia. De Eleusis en Grecia a un antro en la CDMX, a través de los siglos, el problema parece ser incontrolable.

Como psicóloga no me sorprende que diversas administraciones en todo el mundo hayan fracasado estrepitosamente al empecinarse en pretender acabar con el consumo de drogas. ¿El número de asesinatos durante este sexenio no es muestra del fracaso de la estrategia del prohibicionismo y los abrazos no balazos? Más de 194 mil crímenes son producto de la desafortunada manera de enfrentar este grave problema.

No solo la violencia ha crecido exponencialmente en nuestro país —extorsión, derecho de piso, secuestros, robos, violaciones, tortura y masacres— lo peor es que el resultado de tanto dolor ha sido un incremento significativo en el consumo de drogas.

El crecimiento ha sido alarmante: 400% en el uso de metanfetaminas y el éxtasis, de acuerdo a datos oficiales de la Secretaría de Salud en 2024. Se reporta además que el consumo de drogas inicia a edades cada vez más tempranas, que hay millones de consumidores de alcohol con patrones riesgosos de consumo, situación que trae aparejadas serias consecuencias tanto a la salud como a la seguridad de quien consume y a la gente que lo rodea.

¿Está prohibido el consumo de alcohol? No, por cierto, y vaya que es peligrosa esta sustancia.

Lo anterior muestra que se trata de un fenómeno en expansión. Como es evidente, miles de personas han sido víctimas de esta prohibición y el lamentable manejo en la Seguridad Pública en nuestro país que ha alcanzado a niños, mujeres y hombres que no tienen nada que ver con las consecuencias provocadas por las complicidades del crimen organizado. Las violaciones a los derechos humanos se han multiplicado.

El principal objetivo de esta lucha debería ser prevenir la demanda de drogas en niños y jóvenes y los problemas de salud psicosociales y de seguridad pública que ocasiona el tráfico de estas sustancias.

Desde hace muchos años me he pronunciado públicamente por la despenalización del consumo de drogas. Lo que muchos queremos es que se atienda a los adictos sin que se les considere delincuentes, sino farmacodependientes que es lo que son. Los primeros que están en contra de la legalización de las drogas son los narcotraficantes y sus cómplices. Esta situación pone en riesgo la estabilidad y hasta la existencia del Estado y no cambiará mientras no se deje atrás el prohibicionismo.

La drogadicción no es un vicio, es una dependencia, un trastorno psicológico, biológico, social, económico, político, quizá la enfermedad más grave, más contagiosa y mortal que sigilosamente se ha infiltrado en millones de personas de todo el mundo y de todos los tiempos. Si detienen a Zambada o no, francamente me da igual, eso no soluciona nada. Lo importante es visibilizar el problema y combatirlo con un ejército de educadores, psicólogos, trabajadores sociales y padres bien informados.

POR TERE VALE

COLABORADORA

@TEREVALEMX

MAAZ

 

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