La Unidad del Sistema para la Carrera de Maestras y Maestros (USICAMM) fue concebida como artífice del cambio institucional para recorrer trayectorias en el servicio profesional docente público, reconociendo sus méritos y buscando la excelencia educativa, conforme a la visión de la Nueva Escuela Mexicana (NEM).
Así, la USICAMM define a las maestras y los maestros como transformadores que contribuyen al desarrollo integral de las niñas, niños y jóvenes en México.
A pesar de su alta misión, su continuidad pende de un hilo, toda vez que es compromiso de Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta electa de México, su desaparición. Lo anterior, como consecuencia de presiones políticas, gremiales y sindicales, por vacíos existentes en su normatividad y operatividad, y por abusos e iniquidades realizadas bajo su manto.
Lo anterior, en caso de no ser debidamente manejado por el gobierno transicional, desatará una lucha por el control de los recursos humanos al servicio del sistema educativo nacional, que es justamente en donde sabemos se invierte la mayor parte del gasto educativo mexicano.
Particularmente, el capítulo Michoacán de Mexicanos Primero, en sus quince años de operación ha atestiguado irregularidades en la Ley General de USICAMM, la cual posee puertas traseras para convertirla en letra muerta y simular procesos normados en donde campea la corrupción.
En aras de construir una institución que defienda los derechos de los trabajadores de la educación, como primeros garantes de los derechos educativos de las niñas niños y jóvenes, se proponen los siguientes puntos:
Al momento de la construcción del nuevo marco normativo de la naciente institución anteponer siempre los derechos de la niñez y la juventud a contar con los mejores profesionistas como sus docentes.
Reivindicar la identidad y figura de las y los docentes para que se les coloque en el peldaño de la pirámide socioeconómica que merecen por mérito propio.
Será necesario depurar los aspectos que son francamente violatorios de derechos laborales y humanos de la ley vigente y anticiparse a escenarios donde puedan volver a campear la omisión, la simulación y la corrupción.
Resolver las inequidades en la carrera magisterial, para que profesores con plazas estatales tengan derecho también a la promoción vertical y horizontal.
Que se haga una revisión histórica de casos violatorios de los derechos laborales de los trabajadores de la educación y se subsanen conforme a la ley.
Lograr que exista transparencia proactiva, rendición de cuentas y trazabilidad en cada una de las etapas de los procesos que se generarán en el marco de la carrera de las maestras y los maestros.
Se deben prevenir actos de corrupción en la gestión de los recursos humanos adscritos al sistema educativo nacional, con un marco punitivo y penas ejemplares para quienes violen la normatividad.
Que existan instancias ante las cuales se puedan recurrir las decisiones que se tomen en este nuevo organismo.
Que existan mecanismos de gobernanza debidamente normados dentro del organismo que sustituirá a la USICAMM, en donde estén representadas las expresiones sindicales y gremiales, autoridades y observadores ciudadanos.
Que el principio de progresividad caracterice los procesos de mejora continua respondientes al proceso de cambio institucional que vive la educación nacional bajo el paradigma de la transformación.
Es crucial que se ponga en el centro el interés superior de la niñez y la juventud, garantizando su derecho a contar con maestros de excelencia, revalorizados y dignificados.
POR ERIK AVILÉS
DIRECTOR DE MEXICANOS PRIMERO CAPÍTULO MICHOACÁN
@ERIK_AVILES
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