Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la depresión es un trastorno mental caracterizado por un estado de ánimo depresivo (tristeza, irritabilidad, sensación de vacío), pérdida de placer en realizar actividades, pérdida de peso, sentimientos de culpa, entre otros. Esta definición subraya la naturaleza multifacética de la depresión, donde los síntomas abarcan no solo aspectos emocionales, sino también físicos y conductuales. Es importante reflexionar sobre cómo estos síntomas pueden variar de una persona a otra, dependiendo de factores como la cultura, la edad o el género.
Específicamente en México, el Instituto Nacional de Salud Pública señala que uno de cada cinco mexicanos recibió algún tipo de atención para la depresión. La cifra aumenta cada año, es indispensable que se garantice el acceso psicológico y psiquiátrico para un diagnóstico temprano a la par que un tratamiento de calidad.
Este dato refleja un avance en el reconocimiento de la depresión como un problema de salud pública, pero también pone en evidencia las limitaciones del sistema de salud para atender a una población creciente con necesidades emocionales. En México, el acceso a servicios psicológicos y psiquiátricos sigue siendo desigual, especialmente en comunidades rurales o marginadas.
Más a fondo, se puede observar que muchas personas han estado con un estado de ánimo bajo a lo largo de toda su vida. Se puede decir que la distimia es una depresión mucho más silenciosa y de mayor tiempo, por lo tanto, personas con este diagnóstico se acostumbra a los síntomas depresivos leves que en ocasiones se tardan en pedir ayuda. La distimia, al ser menos intensa pero más prolongada que la depresión mayor, puede pasar desapercibida tanto para quienes la padecen como para su entorno.
¿Qué es la melancolía? Aunque coloquialmente se utiliza como sinónimo de la tristeza, tiene tintes mucho más profundos. Freud, en Duelo y melancolía la describe como una sensación profundamente dolida, se cancela el interés por el mundo exterior, la pérdida de la capacidad de amar, la inhibición de toda productividad y el autorreproche (autodevaluación, una expectativa de castigo). La depresión y la distimia son trastornos mentales generalizados, mientras que la melancolía es un fenómeno metapsicológico.
La distinción entre melancolía y depresión es crucial, ya que la melancolía implica un conflicto intrapsíquico más profundo y arraigado. Mientras que la depresión puede estar vinculada a factores externos o biológicos, la melancolía se relaciona con una pérdida internalizada, pero con una oportunidad de ser elaborada.
Hago una invitación a que pensemos y recordemos que detrás de cada diagnóstico hay una historia única que merece ser escuchada. Al final, abrir espacios para el diálogo y la comprensión no solo alivia el dolor, sino que nos conecta con lo más esencial de nuestra existencia: el deseo de ser vistos, amados y comprendidos.
Referencias:
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depression
https://www.insp.mx/avisos/sintomas-depresivos-y-atencion-a-la-depresion
https://www.stanfordchildrens.org/es/topic/default?id=dysthymia-85-P03840
Freud, S. (1917 [1915]) Duelo y melancolía en Obras Completas. Amorrortu Editores.
POR PABLO DOMÍNGUEZ
PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE EGRESADOS DE PSICOLOGÍA DE LA IBERO
PSICÓLOGO PSICOANALISTA
PAL
