Hoy sigo con mi preocupación acerca de la extrema derecha. De los grupos que ya han metido su cuchara en la política mexicana, son los de la Unión Nacional de Padres de Familia, yo ya les pondría los tatarabuelo de familia porque son una organización que tiene más de 100 años de trayectoria y defienden las terapias de conversión.
Y aún hay más: Unión, Nación y Revolución es una asociación vinculada a la Librería Heidelberg, que tiene sede en Monterrey y distribuye textos de corte ultraderechista, así como libros negacionistas del Holocausto. No sé si ustedes conocen alguno, pero yo no pensaba que existieran. Vamos, era algo así como mi creencia en los extraterrestres.
Sin embargo, son personas que juran que la matanza de 6 millones de judíos a manos de Hitler, es una mentira. Bueno, pues estos organizan conciertos por y para personas neonazis. Y ahí le dejo algunos nombres, por si le llega publicidad en las redes: Patria Unida por un México Valiente, ProLife Army, Raíces Radicales (se denominan agrupación de “anarcofeministas antitrans, anti LGBT y antigénero” con base en Toluca), y el Congreso Iberoamericano por la Vida y la Familia.
La Asociación civil abogados cristianos especializados en México tiene vínculos con el grupo de derecha llamada el Junk. Éstos ya han querido frenar el matrimonio entre personas del mismo sexo y los libros gratuitos de la SEP. Y para entender de qué hablamos cuando mencionamos ultraderecha y demás, Omar Steiner Rivera, nos dice:
“No existe consenso en la definición de fascismo, pero son identificables rasgos distintivos. Su surgimiento se asocia a la respuesta de un grupo humano a una crisis, y el elemento que los une es la ideología nacionalista, violenta, autoritaria, supremacista de la raza y rechazo a las minorías, con el objetivo compartido de imponerla a la sociedad. Pretende consolidar la hegemonía sobre los derechos de los sectores populares, lo que se consigue mediante una movilización reaccionaria que refleja el consenso activo, y la institucionalización y generalización del odio”.
Y según Daniel Eduardo Feierstein, el fascismo capta adeptos por su capacidad para reconducir el malestar social creciente. Nada genera más odio que un malestar entronizado de tal manera que resulte insuperable y aniquile cualquier expectativa positiva de mejora”. Simplemente pensemos en esos seguidores de Trump que tuvieron la peregrina idea de invadir el Capitolio.
Ahora bien usted se preguntara y cómo es posible que alguien Moreno y de baja estatura pueda considerarse un militante, como ha sucedido en diferentes estados de nuestro país y a los que se ha dado en llamar los Morena o nazis Prietos.
Aquí es donde comienzan las chaquetas mentales y muchos esgrimen ancestros europeos y hasta de alta alcurnia. Otros esgrimen su chequera y unos más la buena crianza judeocristiana que han recibido. lástima Margarito, esos argumentos no hubieran convencido al Fürer.
POR: FERNANDA TAPIA
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