Los trabajos de remediación de una explotación minera a cielo abierto en el municipio de Cerro de San Pedro, en San Luis Potosí han entrado en su etapa final, no sólo en lo que se refiere a la parte ambiental, también en lo relativo a buscar que la población pueda tener otras fuentes de ingresos.
Me refiero a Minera San Xavier, una mina de oro y plata que forma parte del conglomerado canadiense New Gold, que ha garantizado un cierre sustentable de la mina, incluso yendo más allá de las regulaciones mexicanas.
La mina se ubica a 20 kilómetros de la capital del estado, y como le digo el llamado cierre social habla de una minería responsable en una demarcación que tiene ubos 5 mil habitantes, y donde el último gramo de oro se extrajo en 2020.
Los trabajos de remediación se desarrollan desde 2012 y habrán de concluir en 2025, a través de un programa que involucra a la población de la zona para cambiar la vocación de su actividad económica por siglos preferente en lo minero para migrar a otras actividades como el turismo.
El plan en la parte ambiental es supervisado por la Semarnat, y recientemente se ha convertido en caso de estudio por empresas mineras de Sudamérica, ya que incorpora la habilitación de caminos, alumbrado solar, creación de espacios escolares y religiosos, pero sobre, programas de capacitación para la población para que esa localidad se convierta en una zona turística con servicios de calidad.
La historia de la mina data desde la Colonia, concretamente desde 1596, de ahí el gran arraigo de la comunidad a la extracción de metales y minerales, pero ahora se tienen los primeros resultados para desarrollar una zona turística que además pueda servir a la industria fílmica y dar con concretar proyectos sostenibles.
Como sabe, las leyes mexicanas para ese tipo de explotaciones se concretan sólo en lo ambiental, de ahí la importancia de la remediación que esta logrando Minera San Xavier, y donde en los últimos periodos vacacionales ha recibido a unos 5 mil turistas con una derrama económica que ya abarca a la mitad de la población del municipio.
Esto a partir de programas de capacitación permanentes que se enfocan al emprendimiento y la administración de negocios, con cursos que van desde contabilidad hasta la creación artesanal y la orfebrería, pasando por turismo y hostelería que tienen como responsable a la “Fundación Todos por el Cerro de San Pedro”.
Sobra decir que esas actividades no serían posibles sin la conclusión de una restauración ambiental a fondo con acciones para el cierre biofísico y químico de la mina en un plan que sólo en ese rubro requirió una inversión de 24 millones de dólares.
El caso es que lejos de pensar que el cierre de Minera San Xavier iba a dejar abandono y devastación, ahora convertirá a esa zona en un pueblo enigmático que ya recibe miles de turistas nacionales y extranjeros.
POR ROGELIO VARELA
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MAAZ