La nominación del senador por Ohio J.D. Vance como compañero de fórmula de Donald Trump en su búsqueda para recuperar la presidencia de Estados Unidos puede traer connotaciones negativas para las aspiraciones industriales y comerciales de México, en general, y de algunas acereras mexicanas, en particular.
Vance, a quien muchos ven como un heredero de la retórica trumpista de MAGA (Make America Great Again), ha contado cómo ha vivido en carne propia los efectos —que él considera negativos para su entorno— de las políticas y prácticas globalizantes sobre la industria del acero de su natal Ohio.
En su famoso libro de memorias ‘Hillbilly Elegy’ (que lleva unos cinco millones de copias vendidas y es la base para una exitosa producción de Hollywood), Vance habla de sus primeros años de vida en el pueblito acerero de Middletown, enclavado en el llamado Steel Belt, el corredor del acero del noroeste de EEUU.
Senador federal que representa a Ohio y, a sus 39 años uno de los líderes jóvenes del Partido Republicano, Vance, un auténtico Iron Man estadounidense, narra en su libro cómo millones de personas en este corredor industrial minero y metalúrgico vieron sus vidas pasar de un estatus más o menos cómodo y clasemediero a un nivel de subsistencia y miseria debido a las malas políticas de gobiernos estatales y federales y al lucro y ambición de las grandes empresas del ramo.
Vance es parte de un grupo de legisladores que firmó una carta dirigida a Jake Sullivan, consejero de seguridad nacional del presidente Joe Biden, exigiendo mano dura en contra de las importaciones de acero mexicano y las operaciones de empresas de nuestro país para inundar de dicho producto el mercado al norte del Río Bravo.
La carta, firmada tanto por legisladores republicanos como demócratas, asienta que las importaciones de hierro y acero desde México crecieron 73% en un año; las de acero semiacabado se incrementaron 120% y las de conductos 577%.
Entre las empresas mencionadas por los legisladores en su carta de diciembre figuran Deacero, de Raúl Muguerza, y Quality Tube, de Juan Manuel Cueva, que han acelerado sus operaciones en la frontera para “penetrar de manera agresiva el mercado estadounidense”, dicen Vance y colegas.
En gran medida, el malestar de los legisladores estadounidenses lo detonó una decisión de Republic Steel, subsidiaria de Grupo Simec e Industrias CH, de Rufino Vigil González, la cual produce acero en Estados Unidos y también exporta productos desde México. Como se sabe, Grupo Simec es un referente global de la siderurgia, representa una veta enorme de recursos para sus dueños y, por lo que se verá, es ahora una afrenta para cientos de familias en el terruño industrial del ahora candidato a la vicepresidencia de EEUU.
La empresa entró al radar de Vance por su anuncio a fines de 2023 del cierre de dos plantas de acero, una en Lackawanna, Nueva York y otra en Canton, Ohio, a sólo tres horas de su querido Middletown y que son parte del portafolio de Republic Steel.
Republic Steel (Grupo Simec) dijo en un comunicado que por lo menos 500 personas perdieron su principal sustento, aunque Vance y sus colegas legisladores hablan de hasta 3 mil personas afectadas.
En la misiva a Sullivan, Vance y compañía acusaron al gobierno mexicano de negarse a cumplir un acuerdo entre Estados Unidos, Canadá y México sobre acero y aluminio. El acuerdo establece controles agresivos para evitar aumentos no programados de importaciones de esos productos.
“La decisión de Grupo Simec de cerrar las plantas en Ohio y Nueva York y mudar sus operaciones a México es un ejemplo de la falta de seriedad del gobierno mexicano”, se lee en la carta.
Las operaciones de Grupo Simec en EEUU son parte del portafolio de Republic Steel, una empresa fundada precisamente en Canton y que la empresa mexicana había adquirido en 2005.
En su momento, Jaime Vigil, miembro del clan mexicano y ejecutivo de Republic Steel, dijo que las razones de la empresa de cerrar las plantas en Ohio y Nueva York se debían a la volatilidad en los costos de las materias primas, los consumibles y la mano de obra y los efectos de la inflación en toda la cadena de producción.
Si bien Republic Steel seguirá teniendo presencia en Ohio, con otras tres locaciones, además de operaciones en Indiana y Toronto, Canadá, lo que Grupo Simec mandó cerrar en Canton y Lackawanna lo retomará en la planta de acería y laminación que tiene en San Cosme Xalostoc, Tlaxcala.
Los Vigil dicen que esta planta en el centro de México tiene una producción basada en “tecnología de punta” y que al consolidar algunas de sus operaciones de Norteamérica le servirá para bajar los costos y eficientar su cadena productiva.
¿QUIÉN ES RUFINO VIGIL?
Lo que en 1934 se fundó como Herramientas SA se transformó con el tiempo en Industrias CH, que los Vigil adquirieron en 1991. La empresa comenzó su enorme crecimiento a raíz del TLC firmado en 1994. Industrias CH adquirió en 2001 a Grupo Simec, que se convertiría en la principal subsidiaria de este emporio metalero.
De acuerdo con Forbes, Rufino Vigil González es poseedor de la décima fortuna más grande de México con 4 mil 400 millones de dólares a 2023. En sólo un año, de hecho, su fortuna creció más de 47 por ciento pues en 2022 sumaba casi 3 mil millones de dólares.
De ganar Trump las elecciones de noviembre, y con su Iron Man de vicepresidente, las cosas podrían ponerse duras, como el acero, para estos jugadores de la industria siderúrgica mexicana.
*El autor es periodista especializado en negocios y analista de de temas financieros y económicos. Es fundador de medios como Bloomberg Línea y exeditor del sitio estadounidense Latin Times.
POR ALEJANDRO ÁNGELES
@ALEX_ANGELES
PAL
