Politeia

Por qué Xóchitl

AMLO llegó al cargo como consecuencia del justificado hartazgo popular hacia una clase política indolente y corrupta

Por qué Xóchitl
Fernando Rodríguez Doval / Politeia / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

La elección presidencial del próximo domingo no es entre izquierda y derecha. Lo que está en juego no son legítimos proyectos ideológicos, como ocurre en cualquier elección democrática, sino la posibilidad misma de que puedan seguir realizándose elecciones democráticas. Dicho de otra manera, es una elección entre un régimen democrático, con todas sus imperfecciones y defectos, y un régimen autoritario en el que el poder esté concentrado en unas pocas manos.

Andrés Manuel López Obrador llegó al cargo como consecuencia del justificado hartazgo popular hacia una clase política indolente y corrupta. Tenía todo para ser un gran presidente. Sin embargo, en estos cinco años y medio se ha dedicado a dividir a los mexicanos y a debilitar a los otros poderes y a los órganos constitucionales autónomos.

Nunca se asumió como el Jefe del Estado mexicano, como el presidente de todos, sino como el líder de una facción que ha pretendido avasallar a todas las demás e instaurar una nueva hegemonía.

En paralelo, por acción u omisión, ha agravado todos los problemas que desde tiempo atrás nos aquejaban. Hoy la violencia está desbordada, la economía estancada, el sistema de salud colapsado, la educación abandonada, la corrupción desatada. Las personas de menos recursos no progresan y las clases medias se empobrecen. En estas condiciones, la continuidad no parece ser la opción más adecuada.

México demanda un gran proyecto que nos reconcilie a todos. Que deje atrás la polarización y las ideologías caducas y que proponga soluciones concretas a los problemas que más preocupan a las personas, la violencia el primero de ellos. Que respete la diversidad y la pluralidad, porque nos enriquecen, porque no son obstáculo para la unidad nacional.

México necesita una democracia vigorosa que respete las libertades y garantice los derechos fundamentales. México requiere una política económica que nos permita a todos alcanzar la prosperidad y una mejor distribución de la riqueza.

Los cambios que nuestro país demanda con urgencia debemos hacerlos entre todos. La historia nos ha demostrado que cuando se coloca toda la esperanza en una sola persona, las consecuencias terminan siendo funestas: eso da origen a regímenes autoritarios en donde la voluntad de un solo hombre acaba asfixiando las ansias participativas de todo el pueblo.

Xóchitl Gálvez ha propuesto un gobierno de coalición integrado por varios partidos políticos, movimientos cívicos, organizaciones ciudadanas y personas en lo individual. Ninguno de ellos renuncia a sus convicciones, pero cada uno es consciente de que en estos momentos es indispensable unirse en un mismo proyecto electoral y de gobierno para reconstruir al país y traer la reconciliación tan anhelada.

Por eso me parece la mejor opción. Mi voto será para ella.

POR FERNANDO RODRÍGUEZ DOVAL

POLITÓLOGO

@FERDOVAL

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