Desde Afuera

México en la agenda de crisis

Sólo una cosa ha cambiado desde que escribí esa columna, el 23 de febrero de 2009, los tiempos gramaticales y su carácter

México en la agenda de crisis
José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Hace casi 15 años, en una columna, escribí que "tanto o más que el hecho en sí, la creciente percepción de inseguridad en México podría convertirse en el foco de atención para grupos políticos estadounidenses que, como la derecha republicana, buscan ahora temas que les permitan mantener su paranoica percepción del mundo.

"La posibilidad de que la violencia en México llegue a convertirse en un problema de seguridad nacional y peor aún, una cuestión de política doméstica para Estados Unidos, está presente en la mente de muchos de los elementos familiarizados con la compleja relación bilateral.

"La atención de la burocracia política y los encargados de política exterior estadounidenses está normalmente en lo que podría definirse como una agenda de crisis y en ese sentido, México no está ahí. Pero la creciente atención pública puede llevar a mayor interés político..."

Sólo una cosa ha cambiado desde que escribí esa columna, el 23 de febrero de 2009, los tiempos gramaticales y su carácter. La percepción de inseguridad es ahora parte de la imagen de México, dentro y fuera del país; y la posibilidad de que la violencia se convierta en un problema de seguridad nacional para Estados Unidos está invocada en el discurso electoral de muchos republicanos.

De hecho ese sector político estadounidense usa del tema para hacer creer a parte de su audiencia que sus enemigos externos, esos que se encuentran en su frontera sur, aprovechan o pueden aprovechar la situación en México para infiltrarse en su país.

La agenda política estadounidense es una de crisis, reales o fabricadas. La situación de la frontera, como reflejo de lo que ocurre en México, parece unir ambas características: no es buena, pero quién sabe si sea tan mala como la presentan Donald Trump y sus aliados, que denuncian "invasión" y han llegado a proponer acciones militares contra los cárteles en México.

En alguna medida, es una crisis fabricada con fines electorales, para tratar de poner al gobierno del presidente Joe Biden, aspirante a reelegirse, como ineficiente y débil.

Trump y los suyos promueven la idea de que el gobierno mexicano está influenciado por narcotraficantes así como medidas de endurecimiento fronterizo contra presuntos inmigrantes y traficantes.

En respuesta, Biden adoptó propuestas migratorias y de control fronterizo que son virtualmente las mismas que agitan Trump y los suyos, pero también asume un trato cortés y de diálogo hacia el gobierno mexicano.

La cuestión migratoria y los temas paralelos de narcotráfico y la vulnerabilidad de la frontera se han convertido, pues, en parte de la agenda política estadounidense.

En principio parece difícil visualizar que pueda hacer o no el gobierno mexicano para presentar una visión distinta. Es un año electoral, en ambos lados de la frontera, y aunque los gobernantes como tales puedan ser cuidadosos, la retórica propia y de los aliados políticos no lleva exactamente a entendimientos. 

POR: JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM              

@CARRENOJOSE

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