Columna Invitada

Todos debemos rendir cuentas

Obedecemos a leyes de responsabilidades de los servidores públicos, así como también somos auditados y revisados en nuestro comportamiento

Todos debemos rendir cuentas
Saúl Monreal Ávila / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Amigas y amigos que siguen este espacio de opinión, soy Saúl Monreal, senador de la República, y les saludo con agrado. En todo el proceso de la Reforma Judicial existe por parte de la oposición una narrativa mentirosa, fantasiosa y con toda la intencionalidad de enlodar algo que representa una profunda transformación en la justicia en este país; pues bien, en relación al paquete de  reformas sobre leyes secundarias para la reforma al Poder Judicial, aprobadas la semana pasada, cuando hablan de la creación del Tribunal de Disciplina Judicial, abusan de esa narrativa de engaño, pero la gente no es tonta, es por eso que les expongo brevemente algunos mecanismos, instituciones y órganos de control que funcionan en el Poder Ejecutivo y Legislativo y es necesario poner a la par al Poder Judicial con los otros dos poderes de la unión.

Todos los servidores públicos del Poder Ejecutivo, desde el nivel municipal, hasta el presidente de la República, en este caso hasta la presidenta de la República, obedecemos a leyes de responsabilidades de los servidores públicos, así como también somos auditados y revisados en nuestro comportamiento, en nuestro patrimonio y en nuestras decisiones, por distintos organismos creados ex profeso. Por ejemplo, en los municipios existe el llamado Órgano de Control Interno, el cual tiene como función verificar, supervisar y vigilar el funcionamiento de los sistemas y procedimientos de planeación control ejecución y evaluación en la administración pública municipal.

En el caso de los estados para el Poder Ejecutivo y Legislativo, existe la Auditoría Superior del estado la cual tiene bajo su responsabilidad la revisión de las cuentas públicas del estado y de los municipios en cada ejercicio fiscal y lleva a cabo su revisión con facultades para fincar responsabilidades derivadas de las irregularidades que se detecten. También en los estados y en la Federación, existe la Secretaría de la Función Pública.

Esta Secretaría tiene la responsabilidad de ejecutar acciones tendientes a combatir las causas y efectos de la corrupción, la impunidad, del dispendio y la frivolidad, impulsando a que se logren resultados más eficaces y transparentes a la vista de todos los ciudadanos.

Una vez expuesto lo anterior, cabe entonces decir que la creación del Tribunal de Disciplina Judicial no tiene otro objetivo más que el mismo de transparentar el uso de recursos, las decisiones de los juzgadores y, sobre todo, verificar que trabajen apegados a principios de rectitud, honradez y transparencia. Lo que se pretende es que esta reforma del Poder Judicial sea tan profunda, que se elimine cualquier viso de corrupción, de compadrazgos o de amiguismos; que por fin se transforme de fondo y que esto brinde resultados de cara a los ciudadanos. Es el objetivo de la creación del Tribunal de Disciplina Judicial y es el objetivo de una reforma como no había tenido este poder en nuestro país en el último siglo.

POR DR. SAÚL MONREAL ÁVILA

SENADOR DE LA REPÚBLICA

@SAUL_MONREALA

PAL

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