República H

La herencia maldita en Cuautla

Rodrigo Arredondo dejará la presidencia municipal, pero su sombra va a seguir pesando para el edil entrante, Jesús Coronado: será un reto monumental

La herencia maldita en Cuautla
Sofía García / República H / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

A días de concluir su mandato, Rodrigo Arredondo, presidente municipal de Cuautla en Morelos, por Morena, deja un lastre difícil de ignorar, un municipio endeudado, un cabildo fracturado y la sombra de múltiples irregularidades que marcarán su salida.

La administración entrante, encabezada por el panista Jesús Coronado, enfrenta un panorama complejo que será una verdadera prueba de fuego para que pueda cumplir las promesas que lo llevaron al triunfo.

En el cabildo son muchas las quejas. La síndica Norberta Cevallos Neri, junto con cinco regidores, ha denunciado retrasos en pagos y prerrogativas que han derivado en una crisis financiera que podría paralizar al próximo gobierno. Incluso, Carmen Genis Sánchez, regidora de Morena, lleva casi dos años sin recibir su salario y ha tenido que acudir al Tribunal Electoral del Estado de Morelos, evidenciando el nivel de desgaste político e institucional.

Por si fuera poco, hay irregularidades que desatarán un escándalo, como la desaparición de 19 millones de pesos del DIF municipal, un tema ignorado por la Fiscalía Anticorrupción. Mientras tanto, la administración de Arredondo se caracterizó más por dividir y desestabilizar a su propio cabildo que por gobernar para los cuautlenses.

El problema escala más allá de las cifras. Las denuncias de violencia política, especialmente contra mujeres, son un reflejo del clima tóxico que prevaleció en esta administración. El caso de Carmen Genis es emblemático, además de la falta de pagos, ha enfrentado campañas de desprestigio y agresiones que evidencian un patrón de violencia de género dentro de las instituciones.

Este problema no sólo afecta a las víctimas directas, sino que también erosiona la confianza ciudadana en las autoridades.
El reto para Jesús Coronado será monumental. Recibirá un municipio en quiebra, con altos grados de inseguridad y un clima político envenenado.

La violencia no le es ajena, durante su campaña, el 25 de marzo, sufrió un atentado del que salió ileso. Ahora, como alcalde electo, sabe que los cuautlenses no aceptarán excusas. Tendrá que diseñar una estrategia de seguridad contundente y tomar medidas urgentes para sanear las finanzas públicas.

Si no lo hace, el riesgo es claro: Cuautla seguirá siendo un terreno fértil para el descontento social y político. La oposición podría aprovechar el vacío que dejaría un mal gobierno, pero sin propuestas claras ni liderazgo firme, el ciclo de crisis y promesas incumplidas se repetirá una vez más.

Rodrigo Arredondo se va, pero su sombra seguirá pesando sobre Cuautla. Ahora, el desafío es para Coronado quien tendrá que demostrar que el cambio de partido puede ser en beneficio para la ciudadanía. ¿Podrá hacerlo o será solo una promesa más que se lleva el viento?

Nos vemos a las 8 por el 8.

Nos leemos el 7 de enero. Lo mejor para este 2025 para ti y los tuyos.

POR SOFÍA GARCÍA

COLABORADORA

@SOFIGARCIAMX

PAL

Temas