¿Qué pasaría si Omar García Harfuch sufriera otro atentado? Si bien es cierto que no es el único mexicano que pueda operar el combate a la delincuencia, que logre pacificar al país y logre disminuir la incidencia delictiva que aqueja a la población, es el único que goza del respaldo y la absoluta confianza de la presidenta Claudia Sheinbaum. Ello no responde a ningún tipo afectos o simpatías viscerales: es consecuencia de su eficiencia, capacidad, perfil profesional y lealtad institucional.
Claudia Sheinbaum sabe que, de todos sus colaboradores, el único absolutamente leal a su persona es G. Harfuch.
Por su parte, Omar sabe que su carrera política está ligada a la presidenta de México, está convencido en el proyecto para México de Claudia Sheinbaum, es sabedor de la responsabilidad que pesa sobres sus hombros; nada más, pero nada menos que la estabilidad política y de seguridad de Claudia Sheinbaum y con ello de México.
Desde luego eso tiene muy inquietos a todos los aspirantes de MORENA a la presidencia que compitieron con Sheinbaum y que hoy, en su mayoría, abrigan la ilusión de volver a competir por el cargo con la esperanza de lograrlo; pero dependerá de que México salga victorioso en la lucha contra los cárteles y es precisamente en ello en que Omar ha estado dispuesto hasta arriesgar su vida. Precisamente eso le otorga la laya anticipada de corredor para el 2030.
Curiosamente no es casualidad que la cáfila de aspirantes a suceder a Sheinbaum lo tienen atravesado, lo miran con desconfianza y temor, lo que lo hace vulnerable, pero como dijo originalmente Nietzsche: “Lo que no te mata te hiere de gravedad y te deja tan apaleado, que luego aceptas cualquier maltrato y te dices a ti mismo que eso te fortalece” que se traduce a “lo que no te destruye te fortalece”.
Circunstancialmente, la tarea de pacificar al país no es fácil, suena a misión imposible, pero como decía la grabación de aquella serie famosa, de lograrlo, tendrá el reconocimiento de su jefa, pero sobre todo de los mexicanos, que llevan años asolados por la delincuencia.
El tema de la violencia y la delincuencia es el tema más difícil de resolver, porque incide en todo -como lo ha dicho Sheinbaum-, es un tema que requiere atención integral, además del gabinete de seguridad, debe atenderse con educación, cultura, salud, economía, relaciones internacionales, lo que significa que Harfuch debe liderear un equipo complejo y multidisciplinario, con la concurrencia de todas las secretarías. Ello nuevamente puede provocar resistencias en el gabinete, pero es prioritario. Que también traerá aparejado de manera natural, un liderazgo nacional. Claudia Sheinbaum sabe también que para lograrlo debe fortalecer el liderazgo de García Harfuch y con ello su propio liderazgo.
POR EDUARDO SADOT
COLABORADOR
@EDUARDOSADOT
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