Lo anunciado desde hace años se consumó el fin de semana: el dictamen que establece la extinción del INAI, y otros 6 entes públicos, fue aprobado en la Cámara de Senadores con 86 votos a favor y 40 en contra.
Lo que seguirá a partir de la publicación del decreto en el Diario Oficial de la Federación es la elaboración, en hasta 90 días naturales, de las leyes secundarias, y ahí es donde las dudas se despejarán sobre temas tan relevantes para los derechos constitucionales como lo son la privacidad y la Plataforma Nacional de Transparencia, entre otros.
Esta reforma establece el traslado de las funciones del INAI a la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno y aún se desconoce a dónde irán otras funciones.
Es de suma relevancia contemplar en la ley secundaria el uso de tecnologías de la información como la Plataforma Nacional de Transparencia para el ejercicio de los derechos de acceso a la información pública y de protección de datos personales, aprovechando sus módulos que seguirán siendo funcionales.
Además de la información de los sujetos obligados e incluso la interposición de quejas cuando no haya una respuesta satisfactoria. Dejamos una PNT única y de ejemplo mundial, algo que es de México y no debe desaparecer.
Es obligación de las autoridades preservar la información de la PNT, es un bien público que pertenece a las y los mexicanos y que, como he señalado, se encuentra aquí la historia de 22 años del servicio público en el país. Dicha información está respaldada.
Para tales efectos, la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno y la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones serán instancias fundamentales para lograr concretar esto. Aunque consideraciones valiosas, como la del Doctor Enrique Villanueva, sobre pasar la PNT al INEGI, hay que escucharlas. Se trata de opinar y ser abiertos de mente.
Así como hace 22 años exigimos que se establecieran mecanismos para hacer estos derechos efectivos, hoy nuevamente nos llama la historia para no dejar que se olvide lo que como sociedad ganamos.
Por ello hemos escuchado a asociaciones de la sociedad civil, quienes tienen dudas legítimas sobre qué pasará con el archivo histórico con el que cuenta la Plataforma Nacional de Transparencia que contiene 14,973,440,461 archivos, 10,144,400 solicitudes de información y 421,070 recursos (quejas) ingresados.
Siempre por encima de cualquier interés personal, lo que me ha motivado es hacer más por las instituciones y que éstas sirvan realmente a las y los ciudadanos.
La cuenta regresiva comenzó para eliminar a una Institución, pero ahora viene el reto del futuro del acceso a la información y del cuidado de los datos personales en México. Ojalá los legisladores conozcan a fondo lo que significan estos derechos, también ellos van de paso y la historia recordará a cada quien con sus legados.
POR JULIETA DEL RÍO
PAL
