El discurso sobre la irrupción de las mujeres en la política y su liderazgo desde el sector empresarial suena atractivo, pero la realidad en México es mucho más compleja. Si bien es cierto que la representación femenina en el Congreso ha aumentado, alcanzando un 50% en la Cámara de Diputados y un 49.2% en el Senado, la situación en el ámbito empresarial es desalentadora.
Las mujeres, a pesar de su creciente participación en la fuerza laboral, siguen enfrentando barreras para acceder a puestos de liderazgo en el sector privado. La presencia de mujeres en consejos de administración de empresas es muy limitada y la mayoría de los puestos directivos que ocupan son más honoríficos que de toma de decisión.
Este panorama se replica en las cámaras empresariales, donde la presencia femenina es aún más escasa. La falta de representación en los espacios de poder empresarial limita la influencia de las mujeres en la toma de decisiones que afectan a la sociedad. Se pierde una valiosa perspectiva que podría contribuir a una mayor inclusión y a la construcción de un futuro más equitativo.
Es cierto que existen liderazgos femeninos reconocidos e inspiradores y que buscan incidir en la política desde el sector empresarial. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de las mujeres que se atreven a incursionar en este campo se encuentran relegadas a cargos menores o en temas de género, quedando excluidas de las áreas de toma de decisión.
En México, la brecha de género en los consejos de administración de las empresas es abismal. Un análisis del IMCO revela que solo el 7% de las empresas son presididas por mujeres, mientras que el 13% ocupa algún puesto dentro de estos. La situación es aún más preocupante al considerar que solo el 1% de las empresas cuentan con mujeres en las tres direcciones relevantes: general, finanzas y áreas jurídicas.
Se estima que la paridad en los consejos de administración de las empresas en México no se alcanzará hasta el año 2052. Esto implica que la brecha de género en este ámbito persistirá por muchos años. Aunque se observa una ligera disminución en el número de empresas con consejos conformados exclusivamente por hombres, pasando del 27% al 24% en el último año, el avance es lento y se requiere un cambio radical para acelerar la inclusión de las mujeres en estos espacios de poder.
Estas cifras ponen de manifiesto una brecha de género significativa en el ámbito empresarial mexicano. La baja representación de las mujeres en los espacios de poder, tanto en consejos de administración como en direcciones generales, evidencia una realidad que limita el desarrollo de las mujeres y la diversidad de las empresas, lo que impacta en el potencial de crecimiento y desarrollo del país.
La brecha de género en el sector empresarial no solo afecta a las mujeres, sino que también limita el desarrollo del país. La diversidad en la toma de decisiones impulsa la innovación, la creatividad y la capacidad de adaptación a los desafíos del mundo actual.
Si bien aún falta mucho camino por recorrer, las mujeres están luchando por obtener un reconocimiento justo por su talento y liderazgo en la ciencia, la tecnología, el arte, la cultura, el sector empresarial y la política. Su participación y voz son cada vez más fuertes, y están tejiendo un camino hacia una sociedad más igualitaria y equitativa.
La mujer actual está demostrando que su liderazgo no solo necesario, sino que también es fundamental para el desarrollo de la sociedad. Su visión, su compromiso y su capacidad para conectar con las necesidades de la gente están transformando el país, abriéndole camino a un futuro más igualitario y próspero.
POR ZAIRA ZEPEDA
@ZAIRAZEPEDAH
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