Hoy les tengo una buena, una “más o menos” y otra buena. Primero la “buena”, que merece aplausos: Recuperó el Gobierno de la Ciudad de México 11 hectáreas más de suelo de conservación y área natural protegida en la sierra de Santa Catarina, Tláhuac.
Platicando al respecto con Julia Álvarez Icaza, quien es la secretaria del Medio Ambiente de la Ciudad de México, me explicó que las autoridades retiraron 44 construcciones irregulares. Lo interesante es que no se abarataron a macanazos a nadie.
Se trataba de 57 habitantes (39 adultos, 15 menores de edad y 6 adultos mayores) quienes, por el contrario, recibieron atención conforme a los protocolos establecidos. Hasta se les proporcionó vehículo para transportar sus pertenencias y, por supuesto, fueron canalizados para que la autoridad correspondiente de la Ciudad de México comience el trámite para conseguirles techo a estas personas.
No crean que este proceso es tan fácil en todos los casos, porque también existen las mafias que quieren lotificar estos terrenos ¡y sacar varo de una tierra que no les corresponde y que no es para uso habitacional!
Y me dice la secretaria: “Fue muy significativo que este operativo pacífico se llevara a cabo el mismo día que la Jefa de Gobierno entregaba las primeras viviendas de su administración. Se busca que no haya más crecimiento de la mancha urbana en el suelo de conservación de la Ciudad de México, que son nuestros pulmones y las esponjas verdes del suelo. Sin el suelo de conservación, la vida en la capital no es posible, solo así se recargan los mantos acuíferos”.
Y luego derrumbó uno de los mitos más extendidos: “Resulta que 70% del agua que se consume en la CDMX no viene del Sistema Cutzamala, viene de los pozos profundos de esta capital”.
Después, platiqué con Daniel Martín, coordinador de NOSSA y uno de los autores del informe Cuidar lo que importa. Muy interesante investigación con los nuevos hallazgos y un análisis de tres sexenios de recortes al ambiente y a las áreas naturales protegidas de México. Y sí, hemos rescatado muchísimo suelo de conservación sobre todo en el último sexenio, el problema ahora, es que no tendremos el dinero suficiente para cuidar de esas áreas naturales y me aseguró: “Este es el presupuesto más bajo para las áreas naturales protegidas en los últimos 18 años. Ya que la asignación de pesos por hectárea protegida es de 10 pesitos. Es decir, ha sufrido una caída de 81% en los últimos tres sexenios”.
Y aquí es donde pasamos a la nota “buena”. Justo el día de esa entrevista se inscribieron cientos de voluntarios para cuidar de estas zonas arboladas y/o agrícolas. Son las que se tendrán que enfrentar, no sólo a los embates del clima, sino incluso hasta talamontes y hasta malandros que siembran otras hierbas, mismos que podrían poner en peligro su vida. Sin embargo, estas personas defienden nuestros bosques. ¿Y tú qué haces por el medio ambiente?
POR FERNANDA TAPIA
@TAPIAFERNANDA
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