El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) es una herramienta para construir el país que queremos. Sin embargo, morena privilegia caprichos sobre necesidades, despilfarrando el dinero de las familias mexicanas y comprometiendo el futuro de las próximas generaciones. El origen del problema lo vemos en la Ley de Ingresos, donde el partido en el poder plantea ingresos de 8.05 billones de pesos, pero propone gastar 9.3 billones, generando un déficit histórico de 1.6 billones de pesos. De manera absurda, el gobierno está pagando la deuda con más deuda y gastando más de lo que tiene, dejando la cuenta a nombre de nuestros hijos y nietos.
Mientras áreas esenciales como salud, educación y seguridad enfrentan recortes inexplicables, el gobierno federal sigue destinando miles de millones a proyectos que no sirven. Por ejemplo, a Dos Bocas, una refinería que no refina y que solo contamina, se le asignan 136 mil 210 millones de pesos; el Tren Maya recibe otros 40 mil millones de pesos, un proyecto cuyo costo inicial era de 150 mil millones y que ahora supera el medio billón de pesos; y el AIFA recibe 924 millones de pesos para un aeropuerto con poco impacto real en la conectividad nacional.
Frente a esta situación, en el PAN proponemos reducir el gasto en caprichos presidenciales y destinar recursos donde más se necesitan. Por ejemplo, planteamos recortar 50% al presupuesto del Tren Maya, 36.7% a Dos Bocas debido a su ineficiencia, 10.8% a Pemex porque genera más pérdidas que ganancias, y eliminar por completo el FOBAPROA. Este dinero puede redirigirse para fortalecer áreas fundamentales como salud, seguridad, cobertura social para mujeres y reactivación económica.
En salud, proponemos implementar el presupuesto de IMSS-Bienestar para crear un Seguro Universal de Salud, garantizando medicamentos, tratamientos contra el cáncer y atención médica digna para todos. En seguridad, planteamos crear el programa Blindar México, para que vivir seguro sea un derecho, además de destinar recursos para rehabilitar carreteras y garantizar caminos seguros. También proponemos regresar programas esenciales como estancias infantiles, escuelas de tiempo completo y refugios para mujeres víctimas de violencia, porque su protección es prioritaria. En cuanto a la economía, buscamos reactivar el Fondo Nacional del Emprendedor, apoyar a las MiPyMEs y negocios familiares, implementar un programa de empleo temporal y crear un seguro de desempleo.
Además, en el PAN insistimos en incrementar los recursos para educación, garantizando que no haya recortes a universidades públicas como la UNAM, el IPN, la UAM y la UPN. Proponemos también incrementar los apoyos a comunidades indígenas y migrantes, destinar más recursos al cuidado del medio ambiente, cultura, ciencia y tecnología, y restablecer el FONDEN para atender desastres naturales de manera eficiente.
El oficialismo continúa con sus caprichos, sin embargo, la situación es evidente: el Tren Maya no debería ser más importante que asegurar el suministro de medicamentos o la seguridad de las escuelas. Este presupuesto demuestra que las verdaderas necesidades de los ciudadanos no le interesan al gobierno.
Las modificaciones que proponemos desde el PAN requieren una bolsa de 416 mil millones de pesos, lo que representa solo el 4.4% del presupuesto total. No pedimos más dinero, solo pedimos gastarlo mejor: en salud, en educación, en seguridad, en las verdaderas prioridades del país. El Presupuesto Alterno del PAN 2025 representa un México donde cada peso cuente, donde las mujeres tengan refugio, los niños reciban educación de calidad y las familias vivan con tranquilidad. Es hora de construir un país que sirva a las personas, no a los caprichos. Ese es el México que queremos.
POR MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO
PRESIDENTA DE LA ORGANIZACIÓN DEMÓCRATA CRISTIANA DE AMÉRICA (ODCA)
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