Columna Invitada

La alimentación en la lucha contra el cáncer de mama

Adoptar hábitos alimentarios saludables es una de las mejores maneras de prevenir y crear conciencia sobre la lucha contra cáncer de mama

La alimentación en la lucha contra el cáncer de mama
Mtro. Erwin Mercado Estrada / Columna invitada / El Heraldo de México Foto: Especial

El color rosa se utiliza como identificador de los servicios de nutrición dentro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). La percepción del rosa es la de un color suave y acogedor. Simboliza la solidaridad y el apoyo.

En México, el cáncer de mama ocupa el primer lugar entre las principales causas de enfermedad y muerte. Muchas personas no conocen el papel crucial que juega la alimentación en su prevención y tratamiento.

Los alimentos con alto contenido de antioxidantes actúan como barrera protectora contra el cáncer. Los antioxidantes son sustancias que defienden a las células del daño oxidativo, un proceso que puede conducir a la aparición de células cancerígenas. Los frutos rojos, como arándanos, frambuesas y fresas, al igual que verduras, principalmente de hoja verde como espinaca, son especialmente ricas en antioxidantes.

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Cancer Epidemiology, quienes siguen dietas ricas en antioxidantes tienen 30 por ciento menos probabilidad de desarrollar cáncer de mama.

En cuanto a las grasas, las saturadas, que son aquellas que se encuentran en alimentos procesados, fritos, capeados y/o empanizados, pueden aumentar el riesgo de cáncer. Las grasas saludables como las del aguacate, frutos secos y aceite de oliva, tienen un efecto protector. 

Estudios sugieren que una dieta rica en ácidos grasos Omega-3, presente en pescados como salmón, atún, caballa y sardinas, podría disminuir las probabilidades de recaída.

El azúcar refinado representa un riesgo silencioso, no sólo se asocia con obesidad, sino que también podría aumentar el riesgo de cáncer de mama. Una investigación del Anderson Cancer Center, en Texas, Estados Unidos, reveló que dietas ricas en azúcares refinados están relacionadas con un mayor crecimiento de tumores de mama en estudios experimentales. Estos hallazgos sugieren que limitar el consumo de alimentos procesados y con alto contenido de azúcar podría ser un paso importante para la prevención.

Incorporar alimentos ricos en fibra, como granos enteros, frutas y verduras puede reducir el riesgo de cáncer de mama. La fibra contribuye a disminuir los niveles de estrógenos, una hormona que, en exceso, puede aumentar las probabilidades de desarrollar tumores mamarios. Según un estudio realizado por la Harvard TH Chan School of Public Health, las mujeres que consumen 30 gramos de fibra al día presentan 12 por ciento menos de riesgo de padecer esta enfermedad.

Adoptar hábitos alimentarios saludables es una de las mejores maneras de prevenir y crear conciencia sobre la lucha contra el cáncer de mama. Cada pequeño cambio en la dieta puede tener un gran impacto en la salud. Los servicios de Nutrición y Dietética se suman a este mes, porque en el IMSS, “nuestra lucha es rosa”.

Mtro. Erwin Mercado Estrada

Jefe de Nutrición y Dietética del Hospital de Oncología de CMN SXXI

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