COLUMNA INVITADA

Murió la transparencia

Pocos lo recuerdan, pero antes de la existencia del INAI, la ciudadanía no podía acceder a la información pública, los actos de corrupción permanecían en secreto e incluso investigaciones de delitos de alto impacto social no podían ser reveladas

Murió la transparencia
Foto: El Heraldo de México

Pocos lo recuerdan, pero antes de la existencia del INAI, la ciudadanía no podía acceder a la información pública, los actos de corrupción permanecían en secreto e incluso investigaciones de delitos de alto impacto social no podían ser reveladas.

En junio de 2002 fue creado en IFAI, que en 2014 cambió su denominación a Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, organismo que se ha encargado de garantizar el acceso de la ciudadanía a su derecho a la información, asegurar la protección de datos personales, promover la cultura de la transparencia y la rendición de cuentas del gobierno.

Diversos casos emblemáticos demuestran la contribución democrática del INAI a nuestro país, por ejemplo, este organismo resolvió que toda la información relacionada con la matanza de Tlatelolco en 1968 fuera revelada.

En hechos lamentables como la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa o la ejecución de 22 ciudadanos en el municipio de Tlatlaya, este organismo ordenó a las autoridades dar a conocer una versión pública de las investigaciones.

Uno de los actos de corrupción más relevantes de los que se tenga memoria fue el caso Odebrecht, que involucró a más de diez países de América Latina y a Pemex, sobre el que el INAI determinó la apertura de la información.

Lo mismo ocurrió con la Estafa Maestra y Segalmex, en los que las quejas presentadas permitieron la realización de investigaciones periodísticas que dieron a conocer a la opinión pública estos hechos de corrupción.

Durante este sexenio, el INAI puso a disposición de la ciudadanía, a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, el padrón de beneficiarios de ocho programas sociales del Gobierno Federal, con los que se benefició a más de 15 millones de mexicanas y mexicanos entre 2018 y 2024.

Justamente este es el trasfondo de la iniciativa que pretende desaparecer a este organismo constitucional autónomo, evitar que la información pública que es incómoda para el gobierno de Morena sea conocida por la ciudadanía. De hacerse públicos los hechos de corrupción de la llamada Cuarta Transformación evidenciaría que su supuesto combate a la corrupción ha sido solo una estrategia electoral.

Lo anterior queda evidenciado con las miles de solicitudes de transparencia que durante el sexenio del presidente López Obrador no fueron debidamente contestadas alegando que se trataba de información reservada. Bajo este pretexto, el pasado sexenio rechazó dar respuesta a casi 50 mil solicitudes de información.

La estrategia del gobierno de Morena es la opacidad, así lo demostraron cuando en 2021 aprobaron una reforma para que el gobierno pudiera calificar a su antojo, cualquier información que considere de “interés público y seguridad nacional”.

La desaparición del INAI constituye un retroceso democrático, pues el manejo de la información pública y los datos personales, volverán a estar bajo el control del gobierno, algo que no ocurría desde hace más de veinte años.

Por: Marco Antonio Mendoza Bustamante 

@MarcoMendoza_B

 

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