Columna Invitada

Un IMSS color menta: hablemos de las asistentes médicas

Más de 28 mil mujeres que visten la característica bata verde menta y son la primera cara que ven los pacientes y familiares

Un IMSS color menta: hablemos de las asistentes médicas
Carol Olivia Alonso / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

En 1983 nació una categoría que hoy es la tercera fuerza laboral en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS): las asistentes médicas. Más de 28 mil mujeres que visten la característica bata verde menta y son la primera cara que ven los pacientes y familiares.

En las Unidades de Medicina Familiar la asistente médica recibe al paciente cuando llega a su consulta; le hace una breve entrevista para identificar necesidades, como el asistir al médico en el consultorio; son las responsables de hacer que cada paciente se sienta atendido y respetado.

Podría parecer que su trabajo inicia y termina en el escritorio, pero el universo se amplía cuando hablamos de prevención: en salas de espera dan breves pláticas sobre hábitos saludables, prevención de enfermedades y de los diferentes servicios que ofrece el IMSS. 

Su compromiso se extiende de la administración de la agenda de citas, hasta la orientación sobre trámites médicos, acompañamiento en urgencias, hospitalización y consulta externa de especialidades donde en una sola jornada pueden llevar hasta cuatro agendas a la vez, brindando atención más de 80 personas.  

La asistente médica acompaña al paciente desde el ingreso hasta el egreso del hospital: lo registra si llega de urgencia, si no va acompañado de un familiar, resguarda su ropa y, en caso de que el paciente requiera ser hospitalizado, entrega el famoso “pase de visita” al familiar con horarios establecidos y reglamento hospitalario, además de que resuelve sus inquietudes.

En las unidades de gineco-obstetricia acompañan a las madres y a sus recién nacidos hasta que están listos para volver a casa de manera segura. 

Estos esfuerzos, a menudo invisibles, sostienen el funcionamiento diario de los hospitales y son fundamentales para el bienestar de los pacientes.

También están preparadas para enfrentar situaciones de alta carga emocional. Manejan momentos difíciles con una sensibilidad que hace la diferencia para los pacientes y sus familiares. 

Para muchas personas estas trabajadoras representan una figura de apoyo esencial en situaciones de vulnerabilidad.

A pesar del estrés, las asistentes médicas multiplican su atención en los diversos procesos que deben gestionar, desde la orientación y acompañamiento de los pacientes hasta la organización de citas y apoyo en consultas, siempre esforzándose por brindar un trato humano y que haga sentir a cada persona valorada y bien atendida.

La próxima vez que visite una unidad médica del IMSS, tenga en cuenta que las asistentes médicas son clave para que usted reciba una atención ágil y efectiva; reconocer su esfuerzo y profesionalismo las inspira a brindar una atención más eficiente y humana para todos.

POR CAROL OLIVIA ALONSO VÁZQUEZ
LÍDER DE PROYECTO ASISTENTES MÉDICAS DEL IMSS

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