Columna Invitada

Las mujeres en el campo de la inteligencia artificial

Menos de 20% de los profesionales son mujeres, una situación reflejo de barreras culturales

Las mujeres en el campo de la inteligencia artificial
María Elena Orantes López / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

La participación de las mujeres en el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) es limitada, lo que plantea preocupaciones sobre equidad y diversidad en este campo.

A pesar de los avances tecnológicos, menos de 20 por ciento de los profesionales en IA son mujeres, una situación reflejo de barreras culturales y estructurales. La falta de modelos femeninos y el acoso en el entorno laboral agravan esta subrepresentación.
La diversidad es crucial, ya que los algoritmos de IA pueden reproducir los sesgos de sus creadores.

Por ejemplo, los sistemas de reconocimiento facial han mostrado altos índices de error al identificar a mujeres, especialmente a mujeres de color, debido a conjuntos de datos sesgados. La inclusión de mujeres y otros grupos subrepresentados puede ayudar a mitigar estos problemas y mejorar la calidad de las soluciones desarrolladas.

La relación entre la IA y el género es compleja. Mientras que la IA puede desafiar normas de género y ofrecer oportunidades para la equidad, también puede perpetuar desigualdades. Por ejemplo, los algoritmos de selección de personal han sido criticados por favorecer a candidatos masculinos, replicando patrones de preferencia histórica. Asimismo, asistentes virtuales con voces femeninas refuerzan estereotipos de inferioridad.

A pesar de estos desafíos, la IA puede ser una herramienta poderosa en la lucha por la equidad de género. Puede analizar datos para identificar patrones de discriminación y se ha utilizado en investigaciones sobre representaciones de género en los medios. También puede ayudar a detectar patrones de abuso en relaciones, contribuyendo a la protección de las mujeres.

Para construir un futuro inclusivo en la IA, es fundamental aumentar la participación de mujeres en su desarrollo. Esto implica políticas que fomenten la inclusión desde la educación básica hasta los puestos de liderazgo en empresas tecnológicas.

Programas que incentiven a las niñas a interesarse por STEM son esenciales para cerrar la brecha de género. Además, los desarrolladores deben adoptar un enfoque ético que contemple la auditoría de algoritmos y conjuntos de datos para evitar sesgos de género.

En resumen, la inclusión de mujeres en el desarrollo de la IA no sólo es un tema de justicia social, sino que también es crucial para crear tecnologías más justas y efectivas. Promover la diversidad en este campo puede conducir a soluciones innovadoras y a una representación más equitativa en el uso y desarrollo de la inteligencia artificial.

MARÍA ELENA ORANTES
Cónsul General de México en Houston, presidenta internacional de 50+1 y empresaria mexicana
@nenaorantes

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