Todavía hay quien, en la parcialidad del FC Barcelona, se atreve a criticar a Johan Laporta, presidente de dicha entidad, argumentando que ha hipotecado los derechos de transmisión del club durante los próximos años y ello podría conducirle, de forma inevitable, a una catástrofe y que su grandeza futbolística estará en duda.
Hay quien tiene, los pantalones, en su libre albedrío, por supuesto, de poner en entredicho su gestión. Como en México, nunca tendrá a la gente contenta, incluso ni, aunque se trate de salvar a un equipo que estaba en una situación de deuda billonaria, y no en pesos, sino en euros.
Tras conocer lo mal que lo estaban pasando los catalanes hace tres cursos futbolísticos con la administración más obscura de la historia con Josep Maria Bartomeu, yo le daba un déficit de por lo menos cinco años para poder levantar el barco con resultados desastrosos en lo deportivo. Y quizá sólo después de ese ciclo podría empezar a juzgarlo. Incluso, si las cosas no le salían bien, podría haberle otorgado un indulto por lo exitoso que resultaron sus años al frente de tal entidad y el tiradero vomitivo que le heredaron.
Parecía que ni el más optimista de los economistas iba a levantarlos, y en su primera temporada terminó ganando la liga, y aunque su segunda fue complicada, algo presupuestable, en la tercera está asombrando a toda Europa sacando talentos de élite que ya derivaron, por ejemplo, en una Eurocopa para España, porque los hombres más importantes surgieron de La Masía catalana, y de seguir bajo ese tenor, podrían regresar los tiempos de gloria para esa nación, al menos en términos futbolísticos, como cuando ocurrió una situación similar en 2010. Xavi Hernández hizo una buena labor y cuando supe de su destitución se me hizo algo exagerada, considerando que a su mando surgió Lamine Yamal, el futbolista sensación que jugó la Euro por cumplir las 17 primaveras, Pau Cubarsí, potencializar a Gavi y Pedri, entre otros elementos que ahora forman parte del exquisito crucigrama que ha gestado Hansi Flick. Pero vino el técnico alemán, y todo se está transformando de manera brutal.
Un tipo cuya idea de juego es clarísima y logró convencer a chavales, casi todos de menos de 21 años, a que no importa el equipo al que enfrenten, nunca hay que traicionar su esencia.
Logró tener un verdadero arsenal de pasadores para que Lewandowski se ponga en modo Bayern München pulverizando las porterías rivales como en antaño, y además se está encargando de, en caso de que suceda una emergencia de índole económico, dejar muchas figuras inesperadas para el futuro que fácilmente pudieran ser vendidas en cantidades atroces de dinero. Yamal, Casadó, Gavi, Pedri, Bernal o Fermín.
Tras estar moribundo el FC Barcelona es un ejemplo de resiliencia absoluta y resurge en el plano internacional, tras sendas goleadas, ilusiona a España y al mundo del futbol. Habrá que comenzar a ganar.
POR JOSÉ EDUARDO IGA
TITULAR DE ARREBATO DEPORTIVO EN EL HERALDO RADIO TORREÓN
@JOSE_IGA
MAAZ