Columna Invitada

“Un tema tabú”

A finales del siglo XIX, surge el concepto de salario mínimo en países como Nueva Zelanda y Australia, donde resultaba, y aún hoy día, imprescindible poblar aquellas tierras

“Un tema tabú”
Sara Morgan / Columna Invitada / El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Pareciera que la inclusión constitucional del incremento al salario mínimo por encima de la inflación es la mejor idea de progreso e igualdad social. Porque, si te pones a pensarlo, ¿quién podría estar en contra de ella? Sin embargo, valdría la pena recordar cómo fue creado este concepto, sus consecuencias y la realidad.

A finales del siglo XIX, surge el concepto de salario mínimo en países como Nueva Zelanda y Australia, donde resultaba, y aún hoy día, imprescindible poblar aquellas tierras. Una forma de incentivar la migración se basaba en el hecho de promover salarios bien remunerados. Posteriormente, este concepto fue adoptado por otros muchos países a principios del siglo XX, pues como sabrás fue el “boom” de la era socialista y, por lo tanto, del sindicalismo. Así que, en 1938, a pesar de que Estados Unidos, era la cuna del capitalismo, también lo era del sueño americano, y por lo tanto, aprobó una legislación denominada “estándares de Justicia en el Trabajo”, imponiéndose un salario mínimo federal que en realidad estuvo marcada por las particularidades históricas de la región. No lo vas a creer, pero el salario mínimo fue impuesto como una medida de segregación racial en el sur de aquella nación, después de que la esclavitud se abolió. Los afroamericanos, liberados, no tenían acceso a la tierra, ni a una educación adecuada, por lo que se vieron obligados a aceptar trabajos mal remunerados en las nuevas industrias. Así que los trabajadores blancos, en conjunto con los industriales del sur de Estados Unidos, se percataron que usando el salario mínimo podrían disfrazar el desplazamiento racial, basados en las leyes Jim Crow que justificaban la discriminación bajo una doctrina de "separados pero iguales". Consecuentemente, los salarios mínimos se repartían entre los blancos que ocupaban los últimos puestos en cada empresa, perpetuando la desigualdad y segregación racial. Así la imposición del salario mínimo dejó sin empleos a la mayoría de los trabajadores afrodescendientes.

Dentro del espacio mexicano, debemos recordar que la mayor parte de las legislaciones tuvieron el patrimonio de ideas en una revolución conquistada por campesinos y obreros, luego entonces, la legislación estaba en sincronía a ese toque histórico de la época, donde se enaltecía la conquista de la clase trabajadora, para ello se plasmaron medidas laborales muy vanguardistas. Eso ayer, pero hoy, el cambio radical del mundo tiene que analizar si el salario mínimo en realidad ha impactado en la mejora de las condiciones económicas de la clase trabajadora mexicana, que está lejos de formar parte del campesinado o de algún movimiento obrero y que durante este último periodo de 2018 a 2021, ha visto escalar dicho concepto en un 110% de su valor. Frente a un optimismo manifiesto en los números macroeconómicos del país, que indican una mejora y estabilidad económica a nivel nacional, sin embargo, el grueso de la población no percibirá esos datos nunca, dado que su ingreso y gasto tienen relación con productos y bienes de consumo personal, y no con el panorama de inversiones a gran escala. Después de todo $11,000.00 pesos mensuales, para una familia, son la generalidad en este país.

Así que, volviendo al tema la respuesta es que el incremento al salario mínimo no ha mejorado las condiciones de vida de los trabajadores; y ante ello se presentan una serie de riesgos sobre los que no solemos hablar. ¿Recuerdas que comenté que el salario mínimo desplaza a los más vulnerables? Aquí están algunas consecuencias asociadas al escalamiento del salario mínimo. Tú dirás cuáles te hacen sentido; y no nos equivoquemos, tenemos maneras mucho más prácticas de incrementar el salario, eso lo platico al final. Lo primero que debemos señalar es que el salario mínimo, cuando escala tanto y logra alcanzar el nivel de un profesionista, lo único que sucederá es que para los trabajadores menos calificados se ralentizará su contratación o no tendrán oportunidad de obtener empleos en una empresa, pues no contarán con los estándares educativos requeridos, y serán sustituidos por automatizaciones, lo cual se está acelerando cada día. Segundo: en general, los trabajadores menos calificados se encuentran asociados a sindicatos, en consecuencia, estas organizaciones también sufrirán bajas, hasta su extinción. Tercero: cuando se incrementa el salario mínimo las empresas que desaparecen con mayor prontitud son las pequeñas y medianas, las cuales forman el 80% del desarrollo de nuestro país. Cuarto: ante un incremento acelerado del salario mínimo muchos proyectos de empresa se quedarán en eso.

Ha quedado claro con la experiencia mundial que los salarios mínimos perjudican sobre todo a los más pobres, a los más necesitados, es decir, aquellos a los que supuestamente habría que beneficiarles y protegerles con esta legislación. No solo porque son los más afectados directamente, y los que más riesgo tienen de perder su puesto de trabajo. Sino porque además estas políticas reducen su poder adquisitivo. Hoy, un estudio del economista Thomas McCarthy ha estimado que cuando, en 1996, Estados Unidos incrementó el salario mínimo de $4.25 dólares la hora a $5.15 dólares las tres cuartas partes de la población trabajadora el 77.6% de las familias más pobres de Estados Unidos vieron reducida su renta real, su capacidad de compras. Ahora bien, te doy la cifra de México presentada por el CONEVAL. La disminución entre el primer trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024 en la pobreza laboral se dio en un contexto de incrementos en el valor monetario de la canasta alimentaria de 7.1% y 6.9% en los ámbitos rural y urbano, respectivamente, mientras que la inflación general anual promedio se ubicó en 4.6%. Es decir, subió el valor monetario, pero aumentó la tasa de inflación lo que reduce el porcentaje de insumos básicos que se pueden adquirir.  Pobreza laboral al primer trimestre 2024 (coneval.org.mx)

Ahora bien, muchos trabajadores temen que, de no fijarse un salario mínimo por el gobierno, se enfrentarían a salarios miserables, a la pobreza prácticamente más extrema. Sin embargo, este temor es infundado, y no encaja nada bien con la experiencia, como lo comentamos anteriormente.

En países como Singapur o en Suiza, se carece de salarios mínimos, pero disfrutan a su vez de pleno empleo y de un salario medio muy superior al mexicano, y antes de que insistas que es otro el contexto. ¿recuerdas que te dije que es posible incrementar los salarios y aumentar el valor del trabajo? Aquí la forma, que no está inventando el hilo negro, sólo enseñando la tienda donde lo venden.

La inversión privada o la contratación de nuevos trabajadores depende de las empresas y la inversión ética, con ello, quiero decir, prácticas laborales que estén a prueba de abusos, lo que se logra con una política de cero tolerancias a la corrupción y a la evasión. Cierto es, que para que exista este binomio, los ministros de economía de cada país tienen la facultad de revisión mediante cuerpos de peritos debidamente capacitados para obtener información 360 grados de las actividades empresariales. Eso sólo se consigue uniendo los puntos con sus percepciones, pagos a la seguridad social, instalación de comités externos de expertos que garanticen las certificaciones de ser empresas comprometidas con la función empresarial y social.

Es de esta forma, con más inversión, y mayores facilidades a la contratación como se genera empleo y cuando hay mucho empleo, toda contratación adicional que quieran ejecutar o desarrollar los empresarios, hará que los salarios crezcan. Si hay pocos trabajadores disponibles para ser contratados y muchos empresarios que quieren contratarlos, necesariamente los salarios tenderán a aumentar. Es la ley de la oferta y la demanda que todos conocemos para todos los mercados, pero también para el mercado laboral. Subir el salario mínimo es la propuesta por excelencia de una formula fallida pues se perjudica a la mayoría de la población y muy en particular a los más pobres, incluyendo a las PyMES. Frente a ello, países como Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia, Singapur o Suiza no tienen salarios mínimos regulados por el Estado. Algunos de ellos es verdad, tienen salarios mínimos regulados por convenios colectivos por parte de sindicatos y patronal, pero son convenios colectivos generalmente. Muy descentralizados y, por tanto, en plena competencia entre ellos no hay una unificación y una imposición centralizada de un salario mínimo, sobre todo a la economía, sin discriminar por tipologías de empresas, por tipologías de sectores empresariales, por tipologías de trabajadores y desde luego, gracias a no tener salarios mínimos en el conjunto de la economía. Estos son algunos de los países con mayor progreso económico y bienestar general.

¿Y tú sigues teniendo tabúes?

POR SARA MORGAN
@MORGANSAREL
CONSULTORA LABORAL
DIRECTORA DE EQUITY JOB LAB

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