Columna invitada

Entre partidos y alianzas

¿Qué va a pasar con el partido después de López Obrador? ¿Podrá Morena mantener su fortaleza o los ciudadanos evaluarán sus gobiernos con otro lente?

Entre partidos y alianzas
Patricio Morelos / Columna invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Foto: Especial

Los partidos, para bien o para mal, han tomado una relevancia importante en las elecciones. En el caso de la Cuarta Transformación, Morena se ha convertido en una fortaleza para sus candidatos, mientras que en la oposición, el PRI, el PAN y el PRD, han obligado a sus perfiles a generar campañas que puedan superar los negativos de sus marcas.

La última encuesta de Poligrama muestra que el 54.8% de los votantes se identifican con la alianza liderada por Morena. Y es entendible, considerando que la aprobación del presidente López Obrador supera el 60%. Mientras al presidente le vaya bien, a Morena le va a ir bien, gracias a su sólido voto obradorista que les da una ventaja de aproximadamente 20 puntos sobre la oposición.

La pregunta es, ¿qué va a pasar con el partido después de López Obrador? ¿Podrá Morena mantener su fortaleza o los ciudadanos evaluarán sus gobiernos con otro lente? Esa ya será responsabilidad de los próximos gobernantes. También, ¿cuál será su relación con el PT y el PVEM? Pensando en un México que pueda tener elecciones más competidas.

En el PRI, el PAN y el PRD el contexto es muy diferente. Por un lado, el votante de Morena los rechaza al ser los principales adversarios del presidente, sin embargo, al interior de sus partidos y entre sus simpatizantes tampoco hay un claro convencimiento de la alianza. Sencillo: históricamente el votante del PAN combatió al PRI y el priista los intentó vencer. Elección tras elección. Lo que provocó, sobre todo en el panismo, un claro antipriismo.

De esta manera, la socialización de la alianza se ha convertido en un gran reto para los partidos, lo que ha provocado que el 64.8% de los ciudadanos rechacen al Frente Amplio por México. ¿Qué nos dice esto? Que sus candidatos difícilmente van a vender a las marcas, obligando a los partidos a llevar a sus perfiles más competitivos.

No se trata únicamente de cuestionar cada movimiento de Morena y sus perfiles, sino de convencer al ciudadano de que pueden convertirse en una alternativa viable.

Es ahí donde Movimiento Ciudadano ha encontrado un espacio de crecimiento. Ha logrado convencer, en algunos estados, a aquellos ciudadanos que no quieren votar por Morena, pero tampoco por el PRI y el PAN. Sí, a ese votante desencantado con el obradorismo pero que no encuentra una alternativa en el Frente. Lo refleja de manera clara la encuesta Poligrama, donde sólo el 37.3% de los ciudadanos estaba a favor de que el partido naranja se uniera al PRI, al PAN y al PRD.

¿Eso significa que Movimiento Ciudadano se va a robar los votos de la alianza opositora? No, pero si deja muestras que con candidatos populares como ha sucedido en Nuevo León, Jalisco, Campeche o Colima pueden aspirar a ganar. Tienen una marca con potencial de crecimiento que necesita de más cuadros posicionados que eleven el conocimiento y el interés en el partido.

De cara a las elecciones del próximo junio los partidos y las alianzas deberán de tomar una decisión: si sus campañas estarán soportadas en la opinión ciudadana sobre las marcas o si cada proyecto tendrá un mensaje tropicalizado a sus candidatos y sus contextos.

¿Partidos o personas? Depende. Depende del partido, el lugar y los candidatos. Pero de ello depende el éxito o el fracaso electoral. Nadie se puede dar el lujo de perder.

POR PATRICIO MORELOS ES PROFESOR DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY Y SOCIO DE POLIGRAMA
@PATOMORELOS

EEZ

Temas