Los relojes siempre han tenido un propósito práctico en nuestras vidas, pero también han sido objetos de arte.
Con la aparición de los relojes de cuarzo y los relojes inteligentes, el papel de los relojes mecánicos tradicionales sufre una transformación notable, con su practicidad pasando a un segundo plano mientras que su importancia artística ocupa un lugar central. La expresión del arte en los relojes puede tomar varias formas, como la incorporación de complicaciones como el cronógrafo de calendario perpetuo o la presentación de una pintura de esmalte en miniatura. Pero hay quienes se atreven a traspasar los límites y crear arte en formatos sin precedentes.
Encarnando su lema, el Arte de la Fusión, Hublot ha invitado a una gran variedad de diseñadores y artistas en los últimos años para combinar la arquitectura moderna y el arte contemporáneo con la relojería.
Entre las colaboraciones de Hublot, destaca la edición Takashi Murakami que muestra las flores sonrientes alegres e inocentes características del artista japonés. La edición original, que se apartaba de manera única del estilo típicamente vibrante y colorido del artista con un diseño completamente negro, se convirtió rápidamente en un éxito. Este éxito condujo al lanzamiento de varias ediciones limitadas más, adoptando el verdadero estilo del artista en varios colores. Ahora, Hublot presenta el nuevo MP-15 Takashi Murakami Only Watch Sapphire, una nueva colaboración que presenta una nueva caja, movimiento y estilo concebidos para la subasta benéfica Only Watch 2023.
El MP-15 muestra el motivo floral de manera prominente en el frente. Hublot ha diseñado una nueva caja que se asemeja a una flor. En particular, la caja está hecha de zafiro transparente, un material característico de la marca, que transmite una sensación de ligereza y claridad que complementa las gemas de colores engarzadas en los pétalos.
En un movimiento notable, Hublot presenta su primer tourbillon volante central, rareza de la alta relojería. Este concepto innovador surge de la visión del propio Murakami-san.
La adopción de un tourbillon central puede parecer un simple cambio de su posición habitual a las seis en punto al centro, pero su ejecución es mucho más compleja. Reubicarlo en el centro requiere un rediseño del tren de engranajes para acomodar el espacio limitado. Además, los mecanismos de las manecillas deben reposicionarse. El cristal de zafiro sobre el tourbillon volante central presenta una cara sonriente grabada con láser, que completa el diseño original de Murakami.
POR FABIOLA PÉREZ RICO
COLABORADORA
@fabiola_perezrico
MAAZ