Vilnius fue una sede simbólica. Los tres Estados bálticos formaron parte de la Unión Soviética y consideran su pertenencia a la OTAN fundamental para su seguridad. Junto con Polonia, Rumania y otros estados que estuvieron bajo la órbita soviética forman el ala “dura” de la OTAN.
La Cumbre decepcionó a los ingenuos que esperaban el ingreso de Ucrania a la OTAN en el corto plazo. Es imposible mientras continúe la guerra. Solo con el fin de las hostilidades y un acuerdo de paz se puede pensar en la incorporación de Ucrania a la OTAN. Cualquier ataque posterior de Rusia detonaría la aplicación del artículo 5 de defensa colectiva, implacable en la situación actual.
Sin embargo, la Cumbre mandó una clara señal de que Ucrania será parte de la Alianza. Se aprobó un paquete de ayuda y cooperación militares que facilitará la interoperabilidad del ejército ucraniano con los de los otros países de la Alianza.
La OTAN dio la bienvenida a Finlandia y Suecia, tras negociaciones con Türkiye conducentes a que Erdogan levantara su veto a Suecia. El quid pro quo fue mayor cooperación de ambos países nórdicos en la lucha contra el terrorismo, la venta de aviones F-16 de EU y sus refacciones (aunque se dijera que eran procesos diferentes) y el levantamiento del embargo de armas a Türkiye. Un futuro probable vería la reanudación de negociaciones entre dicho país y la UE sobre visados y su eventual adhesión a la UE.
En la Declaración final, la OTAN reiteró como prioridades la defensa colectiva, la disuasión y el manejo de crisis. Identificó dos “amenazas”: Rusia y el terrorismo, que considera una amenaza asimétrica. Expresó preocupación respecto a China más no la identificó como amenaza. Señaló que hay una “competencia estratégica y una inestabilidad extendida” que caracterizan el entorno global de seguridad. Se refirió en específico a África y Medio Oriente. No hubo mención alguna a América Latina y el Caribe.
Ausente de la Declaración fue el tema del envío de municiones de racimo de EU a Ucrania. Dicho armamento está prohibido por una Convención que han firmado y ratificado más de 123 países, pero no EU, Rusia o Ucrania. La Convención fue impulsada por México y Noruega (donde fue primer ministro Stoltenberg, el secretario general de la OTAN). Varios países miembros de la Alianza han suscrito la Convención, por lo que debieron de haberse opuesto a dicho envío. Solución: ni mencionarlo.
En 2024 se celebrará en Washington DC el 75 aniversario de la OTAN. Hace unos años se daba por muerta, al colapsar la Unión Soviética. La invasión de Rusia a Ucrania le dio nueva vida, lo opuesto de lo que Putin deseaba.
Ayer, 17 de julio, comenzó en Bruselas la Cumbre CELAC-Unión Europea, antes conocida como ALCUE, después de 8 años de impasse y con un renovado interés de la UE en la región, con objetivos y proyectos concretos, como el llamado Global Gateway.
Me referiré a ella la próxima semana.
POR MARTHA BÁRCENA COQUI
EMBAJADORA EMINENTE
MARTHA.BARCENA@ELHERALDODEMEXICO.COM
@MARTHA_BARCENA
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